El síndrome de West (SW) o síndrome de los espasmos infantiles es una encefalopatía, una alteración cerabral, epiléptica de la infancia, grave y poco frecuente.
Se caracteriza típicamente por tres hallazgos:
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Espasmos epilépticos.
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Retraso del desarrollo psicomotor.
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Electroencefalograma con un trazado característico de hipsarritmia.
Aunque hay que tener en cuenta que uno de los tres puede no aparecer.
Los niños con Síndrome de West suelen manifestar la enfermedad entre los 3 y 6 meses de edad, aunque en ocasiones esto ocurre hasta los dos años.
El SW siempre genera algún grado de retraso global en el desarrollo infantil.
Pero a pesar de que el conocimiento sobre él ha mejorado considerablemente, todavía hay casos en los que no se diagnostica a tiempo.
Sobre todo cuando los síntomas son leves o debido a la falta de experiencia por parte del pediatra.
Las convulsiones, en ocasiones, se pueden confundir con cólicos o dolor abdominal, dificultando el diagnóstico.