El 26 de marzo, se celebra el Día Mundial para la Concienciación de la Epilepsia o «Día Púrpura» (Purple Day).

Impulsada desde el año 2009 por la Asociación de Epilepsia de Nueva Escocia (EANS) y la Fundación Anita Kaufmann (AKFUS) con el objetivo de sensibilizar e informar a la población sobre la situación y necesidades de las personas con epilepsia. 

La epilepsia es conjunto de trastornos neurológicos caracterizados por la presentación de crisis convulsivas que padecen cerca de 50 millones de personas en todo el mundo, y en torno a 250.000-400.000 en España.

 

La epilepsia es una enfermedad caracterizada por la tendencia a sufrir convulsiones recurrentes, contracciones musculares bruscas y, por lo general, violentas, causadas por una descarga eléctrica anormal de las neuronas cerebrales.

La intensidad y duración de las convulsiones varían según la zona del cerebro donde se localice la descarga, y pueden afectar a diversas partes del cuerpo.

En algunos casos, la enfermedad es hereditaria. En el resto es de origen desconocido (idiopática), no apreciándose ninguna lesión localizada en el cerebro.

Los estímulos que desencadenan las crisis epilépticas son muy numerosos (luces centelleantes, sonidos repetitivos, etc.), que en caso de presentar una gran intensidad pueden provocar convulsiones también en las personas no epilépticas.

Y es que como recuerda la OMS, un único ataque no es una señal de epilepsia.

De hecho, más del 10% de la población de todo el mundo presentará un ataque a lo largo de su vida; así, la epilepsia se define como dos o más crisis no provocadas.

Los síntomas varían según el tipo de convulsión. En la mayoría de los casos, una persona con epilepsia tenderá a tener el mismo tipo de convulsión en cada episodio, de modo que los síntomas serán similares entre un episodio y otro.

Algunos de los signos y síntomas de convulsiones son:

  • Confusión temporal

  • Episodios de ausencias

  • Movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas

  • Pérdida del conocimiento o conciencia

  • Síntomas psíquicos, como miedo, ansiedad o déjà vu

Busca ayuda médica inmediata en cualquiera de los siguientes casos:

  • La convulsión dura más de cinco minutos.

  • La respiración o el conocimiento no retornan una vez que termina la convulsión.

  • Se produce una segunda convulsión de inmediato.

  • Tienes fiebre alta.

  • Sufres agotamiento por calor.

  • Estás embarazada.

  • Tienes diabetes.

  • Sufriste una lesión durante la convulsión.

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