Últimamente, en este último año que llevamos viviendo con el Covid se escucha mucho la palabra distimia, pero ¿sabes lo que significa?
¿QUE ES LA DISTIMIA?
La distimia es una depresión continua, de larga duración y crónica, por eso tamién es conocida como Trastorno depresivo persistente.
La distimia básicamente es cuando nuestra depresión se alarga en el tiempo y se cronifica.
Es posible que las personas que tengan este trastorno pierdan el interés por las actividades normales de la vida cotidiana.
Y que se sientan desesperanzadas, que se vuelvan improductivas y que tengan una baja autoestima.
Estos sentimientos suelen durar años, por lo que terminan afectando a sus relaciones y en la productividad de los estudios, del trabajo y de las actividades diarias.
Cuando una persona tiene trastorno depresivo persistente, es muy difícil que se sienta optimista incluso feliz.
Por lo que es muy probable que la gente de su alrededor vea a esta persona como pesimista, que se queja todo el tiempo o es incapaz de divertirte.
Aunque el trastorno depresivo persistente no es tan grave como la depresión mayor, el estado de ánimo actual puede ser leve, moderado o grave.
Debido a la naturaleza crónica de la distimia, el sobrellevar los síntomas de la depresión puede resultar difícil.
Pero, por suerte, una combinación de sesiones de psicoterapia y medicamentos puede ser eficaz para tratar la distimia.
¿QUÉ SINTOMAS TIENE LA DISTIMIA?
Los síntomas de la distimia, por lo general, aparecen y desaparecen durante años, y su intensidad puede cambiar con el tiempo.
Sin embargo, los síntomas no suelen desaparecer durante más de 2 meses por vez.
Además, pueden presentarse episodios de depresión mayor antes o durante el trastorno depresivo persistente, lo que a veces se llama «depresión doble«.
Los síntomas del trastorno depresivo persistente pueden causar impedimentos considerables y pueden incluir:
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Falta de interés en las actividades diarias
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Tristeza, sensación de vacío, depresión
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Desesperanza
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Cansancio y falta de energía
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Baja autoestima, autocrítica o sentirse incapaz o inútil
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Dificultades para concentrarse y tomar decisiones
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Irritabilidad o enojo excesivo
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Disminución de la actividad, eficacia y productividad
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Evitar las actividades sociales, aislamiento
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Sentimientos de culpa y preocupaciones por el pasado
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Falta de apetito o comer demasiado
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Problemas para dormir
En los niños, los síntomas del trastorno depresivo persistente pueden incluir estado de ánimo deprimido e irritabilidad.
¿QUÉ CAUSA LA DISTIMIA?
No se conoce la causa exacta de la distimia, en cambio, la depresión mayor, puede involucrar más de una causa, como por ejemplo:
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Diferencias biológicas.
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Química del cerebro.
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Rasgos heredados.
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Acontecimientos de la vida.
¿CUALES SON LOS FACTORES DE RIESGO DE LA DISTIMIA?
Por lo general, el trastorno depresivo persistente comienza temprano, en la niñez, o la adolescencia, y es crónico.
Pero ciertos factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar distimia, omo por ejemplo:
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Tener un familiar de primer grado que padezca un trastorno depresivo mayor u otros trastornos depresivos
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Atravesar situaciones traumáticas o estresantes, como la pérdida de un ser querido o problemas financieros
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Tener rasgos de personalidad que implican negatividad, como baja autoestima y ser demasiado dependiente, autocrítico o pesimista
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Tener antecedentes de otros trastornos de salud mental, como un trastorno de personalidad
¿CUALES SON LAS COMPLICACIONES DE LA DISTIMIA?
Las situaciones que pueden estar relacionadas al trastorno depresivo persistente son las siguientes:
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Mala calidad de vida.
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Depresión mayor, trastornos de ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.
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Abuso de sustancias.
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Relaciones difíciles y conflictos familiares.
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Problemas en la escuela y el trabajo y reducción de la productividad
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Dolor crónico y enfermedades en general
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Pensamientos o comportamiento suicidas
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Trastornos de personalidad y otros trastornos de salud mental
¿COMO SE PRUEDE PREVENIR LA DISTIMIA?
No hay una manera que asegure evitar el trastorno depresivo persistente.
Este trastorno comienza frecuentemente en la niñez o durante la adolescencia.
Por lo que el poder identificar a los niños en riesgo de tener este trastorno puede ayudarlos a recibir tratamiento temprano.
Algunas de las estrategias que pueden ayudar a controlar los síntomas son las siguientes:
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Tomar medidas para controlar el estrés.
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Buscar ayuda de los familiares y amigos.
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Buscar tratamiento ante el primer signo de un problema.
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Pensar en la posibilidad de obtener tratamiento de mantenimiento a largo plazo.
¿QUÉ TRATAMIENTOS HAY?
Los dos tratamientos principales para el trastorno depresivo persistente son los medicamentos y la terapia del habla (psicoterapia).
La psicoterapia puede ser la primera recomendación para los niños y adolescentes que padecen trastornos depresivos persistentes, pero eso depende de cada persona.
Por lo que a veces, también se necesitan antidepresivos.
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Super interesante el aporte!!!