La prevención del suicidio sigue siendo un desafío universal. Cada año, el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades.
Es responsable de más de 800.000 muertes, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos.
Con motivo del día de la Prevención del suicidio, este año con el lema Conect@ con la vida, he tenido el honor de realizar una entrevista, bastante dura, con una persona que ha vivido en sus propias carnes varios intentos de suicidio.
Con ello pretendo dar visibilidad a un gran problema, que se cobra vidas, y se vive en silencio, mirando la sociedad a otro lado.
Muchas gracias María, sé que no ha sido fácil para ti.
Hola, María, supongo que todo el mundo te lo habrá preguntado, pero… ¿Por qué?
Uff, es una pregunta en la que aún no tengo respuesta, en casa me lo han preguntado muchas veces, y sinceramente es un cúmulo de circunstancias y sentimientos.
Yo he tenido varias depresiones bastante serias. No es algo de un día para otro, empiezas con ansiedad, sintiendo apatía por todo y por todos, incapaz de sentir otra cosa que no sea frustración y dolor, un dolor que incluso ha llegado a ser tan fuerte que dolía fisicamente.
¿Has pedido ayuda?
No siempre, y eso es algo que me ha costado muy caro. Y cuando he conseguido pedir ayuda es complicado, porque ni las personas que te rodean saben como ayudar, ni tú sabes qué necesitas para que te ayuden.
Y los profesionales… en la consulta de Salud Mental te ve un psiquiatra cada 3-6-12 meses durante 5 minutos. En la cual te pregunta que cómo estás, y según le digas si estás mejor o peor te sube o baja la medicación. Así que imagínate el panorama.
¿Cómo lo vive la familia?
Pues imagínate, todas las enfermedades de salud mental son muy duras, porque estamos acostumbrados a que si tienes infección te traten con un antibiótico y desaparezca, si te duele la cabeza te tomas un paracetamol y al rato se pasa.
Pero… aunque hay medicación, supuestamente, para tratar una depresión… es muy complicado dar con la que a cada paciente le va bien, no es una enfermedad constante, ni funciona igual en dos personas.
Así que la familia… es un pilar principal, por lo que también hay que cuidarlo, darle formación y atención. Se sienten impotentes y culpables, es una enfermedad en la que nadie gana nunca.
¿Por qué crees que has llegado a intentar quitarte la vida?
Creo que es la última consecuencia de una depresión mayor no tratada correctamente.
No creo que sea culpa de nadie, simplemente llega un día que llevas tanto tiempo sufriendo y con tanto dolor que lo unció que quieres es acabar con esa situación sin pensar en nada ni nadie, ni siquiera en los que tienes a tu alrededor.
Hoy por hoy, ¿te consideras “curada”?
Si te refieres que si creo que lo volveré a hacer… es un miedo con en que conviviré siempre.
Padezco una depresión mayor crónica, por lo que hay épocas que estoy mejor y épocas que caigo en picado. Y es algo que formará parte de mí para siempre.
He aprendido a pedir ayuda, y en casa están muy pendientes siempre a mis actitudes y cambios de humor, por lo que en cuanto me veo peor, simplemente con más ansiedad, lo comento en el centro de Salud para que me vuelvan a dar cita en Salud Mental.
Aunque como ya he comentado antes no sirve de mucho, ya que no te suelen tomar enserio ni te dedican suficiente tiempo.
Por lo que a mí lo que más me ha ayudado es pagar a un terapeuta y tener largas y numerosas sesiones.
Aunque da rabia porque, no siempre, ni todo el mundo, se puede uno permitir ese “lujo”.
Sabes que esta entrevista la he hecho pensando el en día Mundial de la Prevención contra el suicidio, ¿que te gustaría decir en este día?
Pues básicamente lo que ya he dicho, me dirigiría tanto a la persona como al profesional y a cada uno le diría una cosa:
A la persona que le diría que pida ayuda, si no la encuentra en un sitio que la busque por otro, y que sus familiares más cercanos que conviven día a día contigo sepan cómo estás.
Sé que es algo muy difícil, porque muchas veces no eres, ni siquiera tú, consciente de como estás realmente, pero ellos te podrán ayudar a ver lo que tu no ves. A mí me ha pasado.
Y a los profesionales les diría que se tomen realmente en serio a sus pacientes, que los escuchen, ya que no es fácil pedir ayuda en estos casos.
Creo que sería beneficioso la existencia de grupos de apoyo entre personas en la misma situación.
Pero lo más importante, pediría un trabajo en equipo entre psiquiatra, psicólogo y paciente.
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