La espasticidad es un trastorno motor asociado a diferentes enfermedades y discapacidades, que afecta a unas 400.000 personas en España. Se produce por una alteración del sistema nervios central, provocando un aumento del tono muscular que impide el movimiento normal de los músculos afectados.
Quédate y descubre como afecta en el día a día de quien lo padece y como puedes prevenirla. La espasticidad muscular puede ser un signo de determinadas afecciones neurológicas como el ictus, la esclerosis múltiple u otras enfermedades degenerativas, una lesión cerebral o medular, o un tumor.
Se trata de un trastorno motor que afecta a la calidad de vida del paciente porque supone una pérdida de funcionalidad y autonomía
¿QUÉ ES LA ESPASTICIDAD?
La espasticidad es un tono muscular excesivo o un exceso de actividad de los músculos que provoca tensión y rigidez, y es una consecuencia de una interrupción de la comunicación entre la medula espinal y el cerebro a causa de una lesión o enfermedad cerebral o medular.
La espasticidad empeora la rigidez, causa dolor y espasmos musculares y afecta a actividades tan cotidianas como pueden ser caminar, moverse e incluso hablar.
Normalmente los músculos del cuerpo mantienen un tono muscular normal, es decir, un nivel de tensión muscular, el cual nos permite sostenernos.
Pero la espasticidad también puede ocasionar articulaciones fijas, es decir, contracturas. Esto ocurre cuando el tono muscular es inusualmente tenso, ya que los músculos se encogen y se acortan.
De forma que las articulaciones pueden trabarse en una posición y ser muy difícil moverlas, hasta llegar a un punto que son imposibles de mover
Esto puede causar, por ejemplo, que una muñeca se curve o que un brazo se quede en una posición doblada en el pecho, o un pie quede totalmente torcido en ángulo para dentro.
Cuando todo esto ocurre, es decir que la tensión en los músculos aumenta y se vuelven rígidos y se dice que son “espásticos”.
Cuando los músculos se vuelven espásticos, su rango de movimiento disminuye y este puede causar dolor.
A los músculos espásticos también se les conoce por el nombre de «tensión inusual» o «aumento del tono muscular». Y llegado a este punto los reflejos, por lo general, son más fuertes o exagerados
Hay que tener en cuenta que la afección de la espasticidad puede interferir con la actividad de caminar, el movimiento, el habla y muchas otras actividades de la vida cotidiana.
La espasticidad generalmente es causada por daño en la parte del cerebro involucrada en movimientos bajo su control.
También puede ocurrir a raíz de un daño a los nervios que van desde el cerebro hasta la médula espinal.
¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS MÁS COMUNES?
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Dedos, piernas o brazos rígidos
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Músculos que se contraen y se relajan por sí mismos
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Contractura que puede causar dolor o incomodidad
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Cansancio de músculos
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Deformidad de músculos y articulaciones con el tiempo
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Postura anormal
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Llevar los hombros, los brazos, la muñeca y los dedos de las manos a un ángulo anormal debido a la rigidez muscular.
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Reflejos tendinosos profundos y exagerados (el reflejo rotuliano y otros reflejos).
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Movimientos espasmódicos repetitivos (clono), especialmente al tocarlo o moverlo
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Tijereteo (cruce de piernas como se cerrarían las puntas de unas tijeras)
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Dolor o deformidad de la zona del cuerpo afectada.
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Dificultad para caminar, sentarse o dormir.
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A continuación te pongo algunos ejemplos de casos con espasticidad:
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Un puño cerrado
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Dedos tensos
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Un brazo doblado sostenido contra el pecho
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Rigidez en las rodillas
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Cruce (tijereteo) involuntario de las piernas
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Un pie que está doblado en un ángulo
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Un pie débil que se arrastra, lo que dificulta caminar, también conocido como pie caído.
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Dedos curveados de los pies, lo que dificulta caminar, también conocido como dedos en garra.
La espasticidad grave y prolongada puede conducir a la contractura de los músculos. Esto puede reducir el rango de movimiento o incluso dejar las articulaciones flexionadas.
ALGUNOS CONSEJOS PARA ALIVIAR LOS SÍNTOMAS DE LA ESPASTICIDAD:
Para mejorar los síntomas provocados por la espasticidad pueden instaurarse los siguientes tratamientos:
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Ejercicio físico: estiramientos y ejercicios posturales que ayuden a mejorar la amplitud del movimiento y a evitar las contracturas.
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Medicamentos orales: ciertos medicamentos de prescripción pueden ayudar a reducir la espasticidad, pero deben tomarse siempre según las indicaciones del especialista.
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Medicamentos intratecales: medicamentos que se administran a través de una bomba y un catéter al fluido que rodea la médula espinal.
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Toxina botulínica: las inyecciones de toxina botulínica en los músculos afectados pueden aliviar la espasticidad temporalmente.
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Procedimientos quirúrgicos: en ocasiones se recurre a la cirugía para liberar los tendones endurecidos o destruir los nervios motores de las raíces espinales que comunican la médula con el músculo.
El ejercicio, los estiramientos y la fisioterapia son actividades que se pueden realizar en casa y que son útiles para reducir los síntomas.
¿CUALES SON LAS CAUSAS MÁS FRECUENTES?
La espasticidad puede estar causada por una variedad de enfermedades y lesiones, entre las cuales se encuentran las siguientes:
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Accidente cerebrovascular: interrupción del flujo de sangre que llega a una parte del cerebro, por lo que este tejido no recibe oxígeno ni nutrientes, pudiendo causar daños permanentes o incluso la muerte.
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Daño cerebral: lesión cerebral causada por la falta de aporte de oxígeno al cerebro como consecuencia de una asfixia o un ahogamiento.
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Esclerosis múltiple: enfermedad autoinmunitaria en la que hay una degeneración progresiva de la mielina, la sustancia que recubre las células nerviosas del cerebro y la médula espinal.
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Enfermedades neurodegenerativas: enfermedades que provocan una pérdida progresiva de la autonomía debido a que afectan al lenguaje, el movimiento o la memoria.
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Traumatismo craneal: lesión causada por un impacto fuerte en la cabeza al golpearse con un objeto con o sin fractura del cráneo.
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Lesión de la médula espinal: lesión causada en algún punto de la médula espinal que afecta a las funciones motora, sensorial y otras del organismo por debajo de la zona de la lesión.
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Parálisis cerebral: grupo de trastornos debidos a una lesión o anomalía cerebral, que suelen aparecer durante el desarrollo fetal, el parto o los dos primeros años de vida, pudiendo afectar al movimiento, el aprendizaje, el equilibrio y la postura, la visión, la audición y el pensamiento.
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Adrenoleucodistrofia: se trata de una enfermedad hereditaria en la que el cuerpo no puede descomponer los ácidos grasos, por lo que estos se acumulan en el cerebro y dañan la membrana de las células nerviosas cerebrales.
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Fenilcetonuria: afección hereditaria en la que, debido a la falta de una enzima, el organismo no pueda descomponer adecuadamente un aminoácido, la fenilalanina.
¿QUÉ TIPO DE TRATAMIENTO SE SUELE EMPLEAR PARA EL ALIVIO DE LA ESPASTICIDAD?
Después de determinar la causa de la espasticidad, el médico puede referirte a un fisioterapeuta. La fisioterapia consta de diferentes ejercicios, incluso estiramientos musculares y ejercicios de fortalecimiento.
Y es que moverse en la mayor medida posible es importante para disminuir la rigidez muscular y prevenir el acortamiento muscular.
Sin olvidarnos que el estiramiento constante con un amplio rango de movimiento es muy útil, así que el ejercitar con regularidad las extremidades afectadas es bastante beneficioso.
Otros tratamientos pueden incluir:
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Los aparatos o tablillas pueden ayudar a mantener un músculo en su lugar y evitar que se contraiga.
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Se pueden prescribir medicamentos para tratar la espasticidad. Estos deben tomarse siempre de acuerdo a las indicaciones, sin olvidar que son medicamentos que suelen tener efectos secundarios, como debilidad, sueño o náuseas.
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En pocos casos, se usa una bomba para suministrar el medicamento directamente a fluido cefalorraquídeo y al sistema nervioso. Para ello esta terapia se suele usar con baclófeno intratecal (BIT).
La bomba envía medicamento (baclófeno) directamente a la columna vertebral, y la medicación viaja por el líquido cefalorraquídeo. Esto ayuda a prevenir efectos secundarios que pueden ocurrir con el medicamento oral. Se puede considerar BIT cuando un paciente no responde bien a otros tratamientos.
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La toxina botulínica se puede inyectar en los músculos espásticos.
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En otras ocasiones la cirugía es necesaria para liberar el tendón o para cortar la vía entre el nervio y el músculo.
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Aunque esta información ha sido revisada y contrastada, el contenido es meramente orientativo y no tiene valor terapéutico ni diagnóstico.
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Fuente: www.somosdisca.es
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