Una alicantina ha desarrollado un robot que, gracias a la inteligencia artificial, ayuda en el tratamiento de trastornos infantiles y en la prevención de casos de acoso escolar.
La compañía Aisy lleva trabajando en este proyecto desde 2009, combinando la ingeniería robótica e inteligencia al servicio de la educación.
La compañía está ubicada en el parque científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche
El robot Aisoy1 Kik es un proyecto pionero centrado en el entorno educativo, y muy enfocado a personas con autismo o daño cerebral.
El robot ya está disponible en la página web de la firma, en sus tres modelos KIK-A, KIK-E y KIK-O, desde 299 euros.
Del ‘Aisoy1’ se han vendido más de 1.500 unidades y se prevé que ‘Aisoy1 Kik’ llegue a más de 2.000 familias y profesionales antes de que acabe el año.
El robot facilita el acercamiento a los niños a los que es difícil acceder emocionalmente.
De esta forma hace más sencillo que desde el primer momento éstos compartan sus sentimientos.
Si, lo hacen a través de un dispositivo robótico, el cual entra en su círculo de confianza sin juzgarles, de una manera más rápida que con sus padres o profesores.
Este robot social e inteligente, está basado en Raspberry Pi 3, e incluye el uso de un mecanismo que ayuda a mejorar las habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
Es capaz de almacenar en su memoria mediante su motor emocional sus experiencias, lo que le hace reaccionar de manera similar a como lo haría una persona, aprendiendo de su entorno y ofreciendo las respuestas más adecuadas a cada persona.
En su última versión, los robots pueden interconectarse en la nube y podrán en breve comunicarse con otros para compartir la información recabada y mejorar la experiencia.
Actualmente, la compañía comercializa una nueva generación de robots, los ‘Aisoy1 KiK’, con varios recursos para tratar a niños con diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA), déficit de atención o hiperactividad
De forma que el robot actúa como un ayudante del terapeuta, expresando emociones, para mejorar el vínculo emocional con el niño y para facilitar la realización de las actividades propuestas por el terapeuta.
El robot también se ha convertido en un importante aliado para combatir el bullying, un fenómeno que crece imparable en España con un aumento del 20% en el último año.
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