Hay alumnos que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria para que puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades.

Entre ellos se encuentran los alumnos con Dificultades Específicas de Aprendizaje  o DEA.

¿QUE SON LAS DIFICULTADES ESPECÍFICAS DE APRENDIZAJE?

Las Dificultades Específicas de Aprendizaje son alteraciones de base neurobiológica.

Y afectan a procesos cognitivos implicados en el lenguaje, la lectura, la escritura y/o el cálculo aritmético, con implicaciones relevantes en el ámbito escolar.

Pueden darse a lo largo a lo largo de la vida, aunque normalmente se presentan antes de la adolescencia.

Pero hoy nos pararemos en explicar que es la Dispraxia, en que consiste, sus causas y cómo afecta a la persona que lo padece.

¿QUÉ ES LA DISPRAXIA?

La praxia es la habilidad de ejecutar un movimiento, de forma que cuando caminamos, nos vestimos o hacemos cualquier actividad de tipo motor hacemos uso de esta habilidad.

Así que, como podéis ver, las praxias son una parte muy importante de nuestro día a día, cualquier acción que queramos realizar implica esta habilidad.

Actividades tan sencillas e importantes como sonreír o hablar son capacidades que necesitan de estas habilidades para ser llevadas a cabo y que las personas con dispraxia no pueden realizar de forma sencilla.

Las personas desde que nacemos adquirimos algunos gestos, los cuales los convertimos en gestos automáticos, y los realizamos de forma espontánea.

La dispraxia es un trastorno que impide la coordinación y la planificación de estos gestos.

De forma que el niño con dispraxia es muy difícil que adquiera estos automatismos. Para que se entienda, es como si debiera volver a aprenderlos sin cesar.

Para él, escribir, por ejemplo, le exige tal esfuerzo que le dificulta utilizar sus recursos intelectuales para otros aspectos del lenguaje escrito (comprensión, síntesis, ortografía).

Lo que se convierte en una falta de confianza en sí mismo del niño,  junto con una desmotivación e indiferencia en escuela y las asignaturas. 

La dispraxia es trastorno psicomotriz que se da en la infancia y hace que los movimientos que requieren la movilización y coordinación de varios grupos musculares, se lleven a cabo  con lentitud, torpeza y dificultad, incluso si son sencillos.

De ahí que también se denomine a este trastorno el síndrome del niño torpe, afectando al 2-5% de los niños.

Dichos movimientos a priori son sencillos como atarse los cordones, montar en bicicleta, escribir, o simplemente coger un vaso de agua.

Sin embargo, no se tarta de un problema muscular o anatómico, sino de la incapacidad de planificar y secuenciar los movimientos simples, que son necesarios para realizar otro de mayor complejidad.

Pero ello no supone tampoco que se asocie a una incapacidad intelectual del niño. De hecho estos niños suelen tener una inteligencia normal.

En ocasiones puede coexistir con otro tipo de trastornos asociados al comportamiento, como es el caso del TDAH.

Los primeros síntomas de este trastorno pueden iniciarse tras cumplir el primer año de vida y hacerse progresivamente más evidentes, especialmente a partir de los cinco años y hasta los once.

Hay que tener en cuenta que la dispraxia es un trastorno de por vida, y su gravedad y síntomas pueden variar de persona a persona, afectando a cada persona de manera diferente en las distintas etapas de la vida.

¿Qué es la dispraxia?

TIPOS Y CLASIFICACION DE LA DISPRAXIA:

Como habréis observado, la dispraxia puede afectar muchas funciones básicas necesarias para la vida diaria. A menudo se divide en categorías como las siguientes:

Categoría

Puede causar problemas con

Ideomotora dispraxia

Completar tareas motoras de un solo paso, como peinarse y diciendo adiós.

Dispraxia ideatoria

Tareas de varios pasos, como cepillarse los dientes, hacer la cama, poner la ropa en orden, así como abotonarse y el pandeo

Oromotora dispraxia

La coordinación de los movimientos musculares necesarios para pronunciar palabras

Dispraxia Constructional

El establecimiento de relaciones espaciales, por ejemplo, ser capaz de colocar con precisión o mover objetos de un lugar a otro

 

A menudo la dispraxia se da junto con  otros problemas de aprendizaje, como la dislexia (por ejemplo, problemas de lectura, escritura y ortografía) o discalculia (por ejemplo, problemas con las matemáticas), y otras condiciones de aprendizaje que impacto, como el trastorno de atención con hiperactividad (TDAH) .

Algunos síntomas de todos ellos son similares, de forma que  las deficiencias en la comprensión, procesamiento de la información y la escucha pueden contribuir a los problemas que experimentan las personas con dispraxia.

También pueden tener una baja autoestima, la depresión y otros problemas emocionales y de comportamiento.

¿CUALES SON LAS SEÑALES DE ADVERTENCIA DE DISPRAXIA?

A menudo, los bebés con dispraxia suelen evitar el rastreo y otras tareas que implican habilidades motoras.

A medida que crecen, los niños con dispraxia son propensos a problemas tales como los que se enumeran a continuación.

Dispraxia: Señales de advertencia por la edad

Niños Jóvenes

  • Aprender a caminar, saltar, brincar, saltar y lanzar o atrapar una pelota

  • Pronunciando palabras y ser entendido

  • El establecimiento de la izquierda o diestro

  • Chocando con las cosas

  • Mover los ojos-en cambio, se mueve toda la cabeza

  • Ser sensible al tacto como ser irritado por la ropa sobre la piel, el cepillado del cabello, las uñas de corte, o cepillarse los dientes.

Niños en edad escolar

  • Pobre lápiz agarre y la letra de formación y de escritura a mano lenta

  • Hacer actividades que requieren habilidades motoras finas, como la celebración de un lápiz, abotonarse, cortar con tijeras

  • Practicar deportes, andar en bicicleta y otras actividades que requieren coordinación

  • Dirección Sensing

  • En declaraciones a un ritmo normal o en forma que pueda ser entendida fácilmente

  • Hacer conexiones sociales debido a los desafíos del habla

  • Fobias y comportamiento obsesivo

Adolescentes y Adultos

  • Discurso de control de volumen, el tono, la articulación

  • La escritura y mecanografía

  • Sobre o sub-la sensibilidad a la luz, el tacto, el espacio, el gusto, o los olores

  • Aseo personal y otras actividades de autoayuda

  • Cocinar u otras tareas del hogar

  • Conducir

  • Torpeza

 Ojo, el tener estos problemas no significa necesariamente que tu hijo tenga dispraxia.Pero si continúan con el tiempo, si es importante tenerlos en cuenta y consultar con un profesional.

¿CÓMO SE TRATA LA DISPRAXIA?

Hay que tener claro que no hay cura para la dispraxia, sin embargo, la identificación e intervención temprana puede ayudar en gran medida.

Dependiendo de la severidad de la discapacidad, tendrán que trabajar junto a un terapeuta ocupacional, pedagogos y terapeutas físicos para mejorar la capacidad de la persona.

No olvides que es muy frustrante tener problemas para comunicarse o moverse por lo que es vital que los padres ofrezcan la paciencia, estímulo, ayuda y apoyo desde una edad muy temprana.

Todas las personas con dispraxia necesitan ayuda práctica de tareas sencillas. 

Y con un trabajo contante pueden llegar a realizar cada vez tareas más complejas. Eso sí, hay que ir progresivamente, empezando siempre por la tareas más sencillas hasta llegar a las más complejas, para que llegue a ser lo más autónomo posible.

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