Hace un tiempo os hablé de la diferencia entre una discapacidad congénita y una discapacidad adquirida. 

En ambos casos tiene un papel importante la familia ya que también lo sufre en su medida, y según su reacción así nos afectará a nosotros. 

En el caso de discapacidad congénita os comenté que los padres  suelen tener un papel de muy protectores. 

 

Como padre o madre uno quiere lo mejor para sus hijos y queremos protegerlos de todo lo que creamos que les pueda hacer daño. Pero eso no quiere decir que siempre sea lo correcto o lo más beneficioso.

A veces con esa sobreprotección lo que hacemos es no dejar que ese niño o ya adulto llegue a desarrollar todas sus capacidades y facultades al 100%. 

Ya que, por miedo a que no sea aceptado entre los otros niños, en muchas ocasiones no dejamos que salgan del ámbito familiar.

Por miedo a que otros puedan hacerle daño o se metan con él no dejamos que continúen sus estudios o incluso más adelante un trabajo remunerado. 

Y no hablemos ya de a lo que se refiere formar una familia. Ya que desde pequeño te suelen preparar a que no tendrás pareja, ni formarás una familia y tus padres cuidarán de ti para siempre. 

Aclaro que no siempre es así. Pero si en la mayoría de los casos. 

En el caso de la discapacidad adquirida la familia también tiene un papel importante, pero muy diferente. 

En este caso es primordial por un lado la aceptación de la persona y por otro la aceptación de la familia. 

En muchas ocasiones la pareja se rompe por el mero echo de que uno pasa un duelo, un antes y un después y en muchas ocasiones uno cambia el carácter. En otras en cambio se fortalece y une más aún la pareja. 

Una discapacidad es algo que te cambia tu vida, por lo que es muy normal que te cambie el carácter. Y eso, por supuesto, afecta a tus relaciones con la gente que te rodea. 

Sobre todo a lo que se refiere a tu familia más cercana, pareja, padres , hermanos o hijos. En el caso de tener pareja es a quien más le afectará, es lógico. 

Antes realizabas una rutina la cual tiene que cambiar si o si, por lo menos durante un tiempo. Y no todas las relaciones son capaces de resistir eso. 

 

Uno tiende a querer que todo siga siendo como antes. Es una forma de protegernos y tu pareja querrá eso para ti. Al igual que hablaba del caso de los padres con los hijos con discapacidad. 

En muchas ocasiones te exigen que te esfuerces, que salgas, que hagas o deshagas. 

Pero el hecho de que no realices ciertas cosas no quiere decir siempre que uno no quiera hacerlas como puede ocurrir con ir ejemplo el dolor crónico, fatiga crónica… 

Ahí juega un papel importante el entender la enfermedad y la incapacidad de la persona. 

Otras veces es simplemente porque uno necesita un tiempo de adaptación, de aceptación con tu nueva vida, y a raíz de ese tiempo ya puede uno seguir haciendo lo mismo o más que antes. 

En definitiva, sea cual sea la situación es importante el apoyo que tengamos a nuestro alrededor.

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