Es curiosos como planificamos nuestra vida, y lo ignorantes que somos al hacerlo, pensando que tenemos el poder sobre ella.
Es curioso como una simple decisión te puede cambiar el resto de tu vida en un instante.
Hace 9 años que me levanté con ilusión, llegaba por fin el día de mi operación, ya que mi cadera estaba muy desgastada y necesitaba una prótesis a mis 31 años.
Con esa prótesis se acabaría el dolor y recuperarla mi vida activa, por fin había llegado el día de la operación.
Lo que no sabía es que desde ese día mi vida daría un giro en esa habitación de la sexta impar del Hospital de Traumatología.
Y cambiaría mi trabajo de dependienta por la de un trabajo de una persona enferma, con operaciones constantes, citas médicas, revisiones, infecciones crónicas y dolor neuropático.
Nadie sabía que con esa operación cogería una terrible infección, ya que el proceso de la osteomielitis es silencioso por fuera pero devastador por dentro.
Y tras meses de dolor y no saber que pasaba, cuando los especialistas quisieron hacer algo, era demasiado tarde para recuperar mi pierna tal y como la conocía.
Como consecuencia, eso se tradujo en años de dolor neuropático, depresión, duelo, incomprensión, enfado….
Durante años tomé una decisión que me hizo dejar de ser yo, y me convertí en mi dolor y frustración.
Pero supongo que todo tiene un proceso, un duelo, y en el podemos seguir decidiendo quienes somos y que queremos hacer.
Entonces con la ayuda de los míos y mi pareja decidí seguir, decidí asumir mi nuevo día a día, decidí seguir viviendo mi nueva vida.
Es cierto que mi día a día es diferente a los de antes, ahora voy sobre ruedas, tengo que ir mas despacio para algunas cosas, pero tambien mas rápido y mejor para otras.
El día que el dolor grita fuerte lo escucho, es difícil ignorarlo, pero he aprendido a que somos compañeros de por vida, por lo que he decidido no seguir luchando contra algo imposible.
Así que hace 9 años tomé la decisión de mejorar.
Tome la decisión de operarme para ello. Los médicos tomaron la mejor decisión que pensaron en ese momento.
Tomé la decisión de convencerme que todo estaba bien. Los médicos tomaron la decisión de que todo estaba bien.
Tomé la decisión de darme cuenta que algo no iba bien y luchar. Tomaron la decisión de limpiar la infección
Mi vida tomo la decisión que mi vida ya no volvería a ser la misma. Y yo tomé la decisión de volver a vivir mi nueva vida.
Estas son mis decisiones desde la planta sexta impar de traumatología, pero… ¿cuales son las tuyas?
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Qué lección de vida… Muchísimas gracias a personas que como tú mostráis al resto vuestra nueva actitud y valentía. Mi máxima admiración.
Ohhh muchísimas gracias Olga.