Hola Titánicos, cada 29 de octubre se celebra el día mundial del Ictus, con el objetivo de recordarnos la importancia que tiene el saber como actuar ante el.
Quédate y descubre cuales son sus síntomas y que tienes que hacer ante esta emergencia.
Y es que el ictus es un trastorno brusco en la circulación sanguínea del cerebro que puede ser producido por obstrucción (85% de los casos) o por hemorragia (15%).
Un trastorno con unas secuelas demasiado nefastas, ya que es una enfermedad que supone la segunda causa de muerte en España, y la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia.
¿Sabías que cada 6 minutos se produce un ictus en España? Lo fundamental en esta enfermedad es la rapidez con la que se aplica el tratamiento médico.
De forma que tenemos que tener claro que un ictus es siempre una urgencia médica y se recomienda llamar a emergencias y no trasladar al paciente al hospital por medios propios.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año 110.000-120.000 personas sufren un ictus en España, de los cuales un 50% quedan con secuelas que les causan discapacidad o fallecen.
Dependiendo de la rapidez con la que se actúe dependerán las secuelas que quedarán, e incluso las probabilidades de supervivencia.
Actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber sufrido un ictus.
Pero… ¿sabias que el 90% de los casos de ictus se podrían evitar? si como lo oyes, pero para ello hay que realizar una prevención adecuada de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable.
Por eso, es importante que todos estemos familiarizados con la forma en que se presenta esta enfermedad.
Para ello hoy te explicaré lo primero de todo qué es un ictus o accidente cardiovascular, sus signos y cómo reaccionar ante él.
¿QUÉ ES UN ICTUS O ACCIDENTE CEREBROVASCULAR (ACV)?
El ictus o accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo sanguíneo a una zona del cerebro se interrumpe bruscamente. Esto puede ocurrir por dos motivos:
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Debido a un taponamiento de una arteria cerebral por un coágulo o una placa de ateroma, en cuyo caso hablamos de ictus isquémico. Es el tipo más frecuente.
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Por una hemorragia o derrame cerebral que ocurre cuando se debilita y rompe una arteria cerebral. En este caso, hablamos de ictus hemorrágico.
Al interrumpirse el flujo sanguíneo, las neuronas afectadas padecen una isquemia, o sea, una falta de riego sanguíneo, y como consecuencia, una falta de oxigenación, lo que las puede llevar a la muerte.
Si esto ocurre, las funciones que se dan en la zona del cerebro afectada pueden perderse.
Por suerte, si se actúa con rapidez, el flujo de sangre puede normalizarse y salvar la mayor parte del tejido cerebral afectado
Seguramente no sabías que muere una persona de ictus cada 10 segundos en el mundo.
Eso son nada más y nada menos que unos 40.000 son españoles. Por lo que es importante tambien saber, que el 80% de los ictus se pueden prevenir.
¿CUALES SN LOS SIGNOS MAS IMPORTANTES EN LOS QUE DEBEMOS FIJARNOS?
El ictus aparece de repente, en cualquier situación y momento. Es vital actuar con rapidez para conseguir que los daños en el cerebro sean mínimos e incluso salvar una vida.
Así que es muy importante que estés atento a los siguientes signos que te puedes encontrar:
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Pérdida repentina de fuerza o tono muscular en una parte de la cara, un brazo, una pierna o uno de los lados del cuerpo entero.
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Pérdida súbita de la visión.
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Alteración repentina del habla o la capacidad de entender lo que le dicen.
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Dolor de cabeza muy intenso que se inicia súbitamente y sin causa aparente.
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Sensación de vértigo intenso, desequilibrio o caída brusca sin causa aparente.
TRATAMIENTO:
Lo primero que necesitan determinar los médicos cuando atienden a un paciente de ictus, es si se debe a un coágulo o a una hemorragia.
En el primer caso, administrarán fármacos que deshagan el coágulo; en el segundo caso, es posible que la persona requiera cirugía para extraer la sangre vertida en el cerebro.
Una vez se supera esta fase, lo siguiente es tener mucha paciencia. La recuperación puede ser lenta y posiblemente el paciente necesitará rehabilitación durante mucho tiempo.
¿CUALES SON LAS POSIBLES SECUELAS DESPUES DE HABER SUFRIDO UN ICTIS?
Las secuelas que queden dependerán de la rapidez con la que se haya actuado, la zona del cerebro afectada y la edad del enfermo.
Se calcula que aproximadamente el 40% de las personas que han padecido un ictus pueden valerse por sí mismas una vez se han recuperado.
Por lo que las secuelas más graves del ictus incluyen discapacidad, parálisis, trastornos del habla y déficits cognitivos.
Después de un ictus, un tercio de las personas tiene una recuperación satisfactoria, otro tercio queda con secuelas graves y el otro tercio de los ictus son fatales.
La tercera parte de los fallecimientos ocurre durante el ingreso hospitalario y el resto, en los meses siguientes.
El principal factor que determina el alcance de las secuelas posteriores a un ictus es su gravedad inicial que está relacionada con el tamaño de la arteria obstruida y del área del cerebro lesionada.
Otro de los factores principales es la edad del paciente, ya que las personas mayores tienen una capacidad limitada de recuperación y con frecuencia tienen otras enfermedades que pueden complicar la evolución después de un ictus.
De todas formas, una salud previa buena favorece a la recuperación del ictus con independencia de la edad del paciente.
Pérdida de fuerza, falta de coordinación o pérdida del control de movimiento. Es una discapacidad secundaria que tiende a mejorar, aunque es posible que, a pesar de la rehabilitación, la recuperación no sea completa.
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Propensión a caerse. Se aconseja ejercitar y fortalecer la musculatura y entrenar el equilibrio.También es importante identificar y modificar aquellos aspectos del hogar que puedan suponer un mayor riesgo de caídas: retirar alfombras, utilizar sillas en la bañera o en la ducha, usar asideros y utilizar zapatos con suela antideslizante.
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Trastornos visuales. A veces, se produce una pérdida de visión de la mitad del campo visual, denominada hemianopsia. Con un poco de entrenamiento se compensa girando la cabeza para mirar hacia el lado dañado.
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Trastorno en el lenguaje. El logopeda se encargará de valorar y rehabilitar, en los casos en que sea posible, las alteraciones del lenguaje que se producen tras un ictus.
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Espasticidad. Consiste en una contracción permanente de ciertos músculos. Esto puede ocasionar rigidez, dolor, contracturas y dificultar algunos movimientos.
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Trastorno de la sensibilidad. Se manifiesta como hormigueo, sensaciones desagradables o falta de sensibilidad al tacto.
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Dolor superficial. Provoca una sensación de quemazón o pinchazo que empeora con el tacto, el agua o los movimientos y que se conoce como dolor central.Algunos antidepresivos y anticonvulsivantes son eficaces para controlar este tipo de dolor.Las personas que han sufrido un ictus también pueden tener dolor de hombro del brazo paralizado. |
Disfagia o dificultad para tragar. Para ayudar al paciente con disfagia se puede modificar la dieta, la textura de la misma o, si fuese necesario, utilizar técnicas de alimentación seguras. |
Incontinencia urinaria. Suele ser una afectación transitoria, aunque puede perdurar en pacientes con secuelas importantes.Si en el momento del alta aún persisten los problemas, es importante consultar con los profesionales sanitarios acerca del tratamiento y manejo de la incontinencia |
Alteraciones del estado de ánimo durante la convalecencia, la rehabilitación e incluso una vez superado.Depresión, apatía, irritabilidad o labilidad emocional (pasar del llanto a la risa sin motivo, llorar o reírse sin causa aparente) son secuelas del ictus.
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Deterioro cognitivo (disminución de la memoria, atención, orientación, dificultad en la planificación y organización en las tareas).Aunque este deterioro puede mejorar con el tiempo, en los casos en los que afecte a la recuperación, es probable que se necesite consultar con un especialista.
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¿COMO PODEMOS REALIZAR UNA BUENA PREVENCIÓN?
El ictus es una enfermedad muy imprevisible, sin embargo, se puede reducir mucho el riesgo de padecerlo:
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Reducir la presión arterial
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Dejar de fumar.
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Con un mejor control del azúcar en sangre y/o previniendo la diabetes.
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Evitar el consumo excesivo de alcohol.
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Cuidar el corazón y evitar las enfermedades coronarias. Esto incluye bajar el colesterol.
Las personas con más de 55 años tienen más riesgo de padecer un accidente cerebrovascular.
En cambio, eso no significa que los más jóvenes no tengan riesgo, ya que cada vez, bien por el ritmo de vida que llevamos o la falta de ejercicio y mala alimentación, se esta reduciendo la edad notablemente.
Espero que os haya gustado o parecido interesante este artículo, en tal caso no dudéis en compartirlo con otros Titanes que penséis que les puede servir de ayuda, para así poder dar visibilidad a esta enfermedad entre todos y ayudar a más Gente Titánica.
Aunque esta información ha sido revisada y contrastada, el contenido es meramente orientativo y no tiene valor terapéutico ni diagnóstico.
Desde Somosdisca te recomiendo que, ante cualquier duda relacionada con la salud, acudas directamente a un profesional médico del ámbito sanitario que corresponda.
Fuente: www.somosdisca.es
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