¿Vale la pena el sufrimiento? La nueva campaña de Cooperación Internacional, Vale la pena cuenta la experiencia de 6 personas que nos ayudan a descubrir en la adversidad un modo de crecer, de estar más cerca de los demás, de aprender de las dificultades. 

La campaña busca fortalecer en la sociedad los valores de resiliencia y solidaridad que facilitan una visión más cercana y humana de los problemas sociales y las personas que sufren.

Para la campaña Vale la pena, se han inspirado en unas reflexiones del psiquiatra Victor Frankl, autor del bestseller El hombre en busca de sentido, uno de los libros más influyentes del último siglo.

Y es que Frankl decía que «el modo en qué aceptamos nuestro destino y todo el sufrimiento que éste conlleva, nos da muchas oportunidades, incluso bajo las circunstancias más difíciles, para añadir a nuestra vida un sentido más profundoPuede conservar su valor, su dignidad, su generosidad».

Esta campaña, en continuidad con la anterior campaña “Haz que sea visible” sobre la dignidad humana, pretende resaltar valores como la dignidad y nuestra capacidad de ser solidarios en un contexto de mayores dificultades a causa de la pandemia.

Vale la pena

 

¿DE QUE TRATA LA CAMPAÑA VALE LA PENA?

La campaña se enmarca en la línea de sensibilización de defensa de la dignidad y los derechos humanos, que Cooperación Internacional desarrolla desde 1998 en el programa Serade.

Entre sus acciones de concienciación, cada año se presenta una campaña que se difunde en los medios de comunicación.

Estos mensajes pretenden llegar a los jóvenes e invitarles a mejorar el mundo y la convivencia intercultural, al voluntariado y a la solidaridad.

Se trata de un programa que cuenta en España con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y la colaboración de Metro de Madrid.

La campaña cuenta con la participación de:

  • Irene Villa, víctima de un atentado de E.T.A a los 12 años en 1991

  • Miquel Feliú, jóven de Barcelona al que con 17 años le diagnosticaron sarcoma de Ewing

  • María Prada, una joven madrileña de 24 años que dejó su trabajo para cuidar de su madre, enferma de cáncer

  • María Montoya, madre de Nacho, fallecido el pasado agosto a causa de una enfermedad rara

  • Desirée Vila perdió la pierna con 16 años y ahora es atleta paralímpica y autora del libro “Lo único incurable son las ganas de vivir”

  • Omar, que cruzó el norte de África y perdió a sus seres queridos en la travesía, con 18 años.

VALE LA PENA:

Todos tenemos miedo al sufrimiento, pero acercarnos a él nos hace más humanos.

Parece inquietante vivir en una sociedad que no ha aprendido a aceptar que hay un sufrimiento inevitable.

En este aprendizaje reside el núcleo de ese concepto tan actual que hoy llamamos resiliencia. Pero la resiliencia quizás sabe a poco.

Porque dibuja un modo de enfrentarse al sufrimiento concebido desde la propia capacidad, y para transitar el sufrimiento la principal ayuda es sentirse acompañado.

Al fin y al cabo, la razón más convincente para sufrir, y de hecho la más humana, es el amor, y la solidaridad es sólo uno de sus apellidos.

Para comprender esto de una forma mas sencilla, Vale la pena nos acerca a seis personas, con seis historias:

Irene:

Miquel:

Desirée:

María P:

María M:

Omar:

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