La receta electrónica o e-Receta no es una prescripción como la que nos entregaba el médico en papel, sino que se trata de un sistema informático por el que el médico puede transmitir directamente a la farmacia las medicinas que necesita un paciente.

Poco a poco, desde hace unos años se ha ido implantando en algunas Comunidades, siendo la información y el uso exclusivo de cada Comunidad Autónoma.

Este verano pasado se amplió en 18 comunidades el poder utilizarla, pero ya por fin, se puede utilizar en todo el territorio Español, pudiendo sacar tu medicación independientemente de la parte del territorio Español en el que te encuentres, sobre todo una ventaja para los enfermos crónicos, ya que si te pilla de viaje en otra comunidad no tendrás problema para poder adquirir tu tratamiento sin tener que regresar a tu Comunidad Autónoma.

Toda esta información se transmite por vía telemática y la manera de poder conseguir los medicamentos en la farmacia es a través de la identificación mediante la tarjeta electrónica personal. 

Es muy cómodo por ejemplo cuando vas a urgencias, ya no tienes que esperar al día siguiente a que te receten la medicación prescrita, directamente desde urgencias introducirán la medicación y podrás acudir a la farmacia directamente.

Otra ventaja significativa va dirigida a los tratamientos largos o cónicos, ya que tu médico de cabecera o especialista podrá introducir la duración del tratamiento y las tomas diarias que necesitas y desde que fecha a que fecha y de esa manera se irá renovando la medicación en la tarjeta electrónica , sin necesidad de acudir al centro de salud cada vez que se esté terminando una caja del tratamiento.

Este nuevo modelo de receta ha supuesto una serie de ventajas tanto para el paciente como para el sistema sanitario, aquí destacamos algunas:

  1. Fácil adquisición. Una de las principales ventajas de la receta electrónica es que puedes solicitar tu medicación en cualquier farmacia.

  2. Plazo de recogida. La receta electrónica está diseñada para que los pacientes puedan recoger la medicación que precisen cuando sea necesaria. Es decir, en función de la posología que requiere el paciente y de la cantidad de medicamento que contenga el envase de su tratamiento, el sistema detecta cuándo el usuario necesita un nuevo envase y así se registra en el sistema.

    Por tanto, hasta unos días antes de que el primero no esté a punto de terminarse, no estará disponible uno nuevo y así sucesivamente hasta que finalice el periodo de tratamiento que el médico haya establecido.

  3. Reduce errores. El hecho de que estemos hablando de un sistema digital hace que la e-Receta esté disponible en la farmacia antes de que el usuario salga del médico y totalmente legible, reduciendo el riesgo de errores relacionados con interpretaciones incorrectas de la receta. De hecho, el farmacéutico podrá acceder de forma telemática a los datos del paciente, a la prescripción del médico y a cualquier otra instrucción dada por el médico respecto al tratamiento, mejorando también el seguimiento terapéutico del paciente desde la farmacia.

  4. Ahorro. Uno de los motivos de la puesta en marcha de este sistema fue el ahorro que generaría para las arcas públicas. Un ahorro que viene generado por un menor gasto farmacéutico gracias a una menor sobreprescripción, a la eliminación de todos los talonarios en papel de las antiguas recetas, y a la reducción de entre un 15 y un 20% de las consultas médicas.

  5. Otras ventajas. Entre los objetivos del Ministerio de Sanidad a la hora de desarrollar este sistema, se contemplan otras ventajas como la reducción de las funciones económico-administrativas del médico respecto a las recetas. 

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