Seguramente habrás escuchado, o incluso dicho alguna vez que tienes mucha tolerancia al dolor, o que tienes el umbral del dolor muy bajo o muy alto.
Pero,… ¿significan lo mismo? Pues lo cierto es que no, ya que son dos cosas muy diferentes.
Por lo que hoy os hablare de la diferencia de estos dos conceptos para no tener mal entendidos con nuestros médicos.
El umbral del dolor es el nivel mínimo de intensidad del dolor a partir del cual empieza a sentirse.
Es decir, a ser molesto, sin que necesariamente tengamos que hacer algo para mitigarlo, en definitiva un dolor soportable.
Traspasado éste, el dolor puede ir aumentando hasta alcanzar la tolerancia al dolor que es el nivel máximo de dolor que esa persona es capaz de aguantar.
Una vez que superamos esta tolerancia al dolor necesitamos encontrar algo que disminuya su intensidad, que calme el dolor.
¿QUÉ ES LA TOLERANCIA AL DOLOR?
La tolerancia al dolor hace referencia a la exposición máxima ante un estímulo doloroso que uno es capaz de tolerar.
Un ejemplo de esto podría ser el tiempo que podríamos aguantar ante un determinado estímulo doloroso.
Por lo que la tolerancia al dolor es muy variable entre una persona e incluso dentro de la misma persona.
Y esto se debe a que la tolerancia al dolor se ve influenciada por todos los factores que pueden influir al dolor.
Como pude ser la percepción de una amenaza, creencias, nocicepción…. De tal forma que la distracción y las habilidades de sobrellevarlo pueden afectar de forma diferente en cada momento.
Esto se debe a que la tolerancia al dolor tiene un 60% de componente genético, que heredamos de nuestros padres.
Aunque puede sufrir variaciones al llegar a nosotros, y un 40% de componente adquirido por nuestra educación, nivel de autocontrol, y experiencias dolorosas previas.
¿Existe la intolerancia al dolor?
Si. La intolerancia al dolor existe, y se entiende como la disminución de la tolerancia al dolor, la reducción del nivel a partir del cual el dolor se hace insoportable.
La máxima intolerancia al dolor ocurre cuando el nivel de tolerancia al dolor coincide con el umbral del dolor.
En el momento en que se empieza a sentir el dolor ya es insoportable. No podemos aguantar el mínimo dolor.
¿Es bueno aguantar el dolor?
El componente adquirido de la tolerancia al dolor es modificable.
Por lo que tradicionalmente se ha pensado que a exposición regular a estímulos dolorosos para entrenarnos a aguantar el dolor, a aumentar la tolerancia al dolor puede, en determinados casos, tener un efecto positivo.
Pero también es posible que se obtenga el efecto contrario y se produzca una hipersensibilización al dolor incluso a niveles más bajos.
Por lo tanto actualmente se desaconsejan este tipo de terapias.
¿QÚE ES EL UMBRAL DEL DOLOR?
El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable que se asocia a algún tipo de lesión.
Se trata de un dato totalmente subjetivo, valorable y a tener muy en cuenta por parte de cada persona, ya que suele avisarnos de un estado anormal que estamos padeciendo.
De tal forma que esta señal de alarma, es decir el dolor, se va a disparar y nos va poner en alerta en diferentes periodos dependiendo del umbral del dolor que tenga cada uno.
El umbral del dolor se define como la intensidad mínima a partir de la cual un estímulo se considera doloroso.
No hay que confundirlo con la tolerancia al dolor, que es la intensidad máxima de dolor que somos capaces de soportar.
Hay que tener en cuenta que el umbral del dolor no es el mismo en cada persona ni a lo largo de la vida, ya que se ven influenciado por la genética, factores sociales y emocionales, entre otros.
Ya que nuestro cerebro guarda experiencias, miedos, creencias… sobre nuestro dolor. Y sobre este recuerdo, nuestro cerebro decide si es necesario o no protegernos y alertarnos.
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