El 27 de Octubre se celebra el día Mundial de la Terapia Ocupacional. Este día tienen el objetivo de concienciar, tanto en los terapeutas ocupacionales como en la sociedad en general, sobre el impacto que tiene esta profesión a nivel global.
La terapia ocupacional es una ciencia socio-sanitaria que, a través de actividades terapéuticas, busca favorecer a las personas a ser independientes y tener mejor calidad de vida.
O dicho de otra forma, son juegos, música, bailes, hábitos y normas que, además de entretener, proporcionan técnicas, métodos y actividades.
Destinadas a mejorar la vida de personas que han sufrido algún daño cerebral o que tienen alguna dificultad para hacer cualquier actividad cotidiana.
La Terapia Ocupacional va dirigida a una gran variedad de ámbitos de actuación, incluidos hospitales, centros de salud, domicilios particulares, lugares de trabajo, escuelas, centros de menores y residencias de ancianos.
Los usuarios se involucran de forma activa en el proceso terapéuticos.
¿A QUÉ SE DEDICAN?
Los Terapeutas Ocupacionales son profesionales sanitarios dedicados a:
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Rehabilitación física, neurológica, geriátrica y pediátrica.
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Adaptación e Integración escolar
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Estimulación temprana
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Rehabilitación en Salud Mental
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Rehabilitación psicosocial
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Drogodependencias
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Discapacidad psíquica
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Traumatología, entrenamiento de prótesis y diseño de ortesis
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Productos de apoyo, adaptación del entorno, y acceso al ordenador
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Docencia e investigación
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Valoración domiciliaria
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Valoración y entrenamiento laboral
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Tecnología de la Rehabilitación
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Otros campos de intervención terapéutica: marginación social, inmigración social, diabetes, enfermedad renal, VIH, cuidados paliativos, espina bífida…
¿A QUIEN VA DIRIGIDO?
Los terapeutas ocupacionales dirigen su actuación a bebés, niños, adultos y personas mayores que tienen alguna discapacidad física o mental, ayudándolos a obtener mayor autonomía en sus tareas cotidianas y lograr llevarlos a una vida independiente.
Entre sus pacientes se encuentran personas que han sufrido enfermedades o lesiones, tales como:
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Parálisis cerebral infantil.
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Enfermedades degenerativas del sistema nervioso central.
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Insuficiencia renal.
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Lesiones de médula espinal.
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Lesiones traumatológicas.
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Discapacidad intelectual.
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Trastornos postquirúrgicos.
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Trastornos reumáticos.
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