La formación, aunque abierta a todo el público, está diseñada especialmente para personas con discapacidad psíquica que no hayan finalizado la ESO y que quieran seguir formándose.
En un principio está orientada a personas de 15 a 17 años, pero en caso de no cubrir las plazas se ampliará más allá de los 18 y sin límite de edad.
Se trata de una formación muy individualizada, con metodologías activas de aprendizaje y trabajo en red con las familias, educadores, psicólogos y el entorno más cercano del alumno.