Hola Titánicos, hoy os hablaré de la médula anclada, una afección en la cual la médula espinal se encuentra adherida o fijada a los tejidos que la rodean, en lugar de flotar libremente dentro del canal vertebral.

Cuando esto ocurre puede provocar dolor de espalda, debilidad muscular, pérdida de sensibilidad en las piernas y problemas de control de la vejiga y el intestino.

Por suerte, si se diagnostica pronto y se recibe un tratamiento temprano se pueden evitar complicaciones a largo plazo, ya que la médula anclada se puede tratar a través de cirugía para liberar la médula espinal y permitir que se mueva libremente.

A día de hoy no se dispone de datos precisos sobre la cantidad de personas con médula anclada en España y o en el mundo, ya que se trata de una afección relativamente rara y los casos pueden no ser siempre diagnosticados o registrados.

Sin embargo, se estima que la médula anclada congénita afecta a aproximadamente 1 de cada 4.000 a 5.000 recién nacidos, en cambio su incidencia en personas con la médula anclada adquirida es desconocida, pero es mucho menos común que la forma congénita.

Es importante tener en cuenta que se trata de una afección seguramente subdiagnosticada, ya que los síntomas pueden ser vagos o confundidos con otras afecciones de la columna vertebral, por lo tanto, posiblemente, la cantidad real de casos sea mayor.

Hay que tener claro que la médula anclada independientemente de que sea una condición poco común, si que es seria, ya que afecta a la médula espinal.

La médula espinal es una estructura larga y estrecha de tejido nervioso que se encuentra en el interior de la columna vertebral y que se extiende desde el cerebro hasta la parte inferior de la espalda.

La médula espinal es responsable de transmitir señales nerviosas entre el cerebro y el resto del cuerpo.

Como he comentado al principio, en una persona con médula anclada, la médula espinal se encuentra fijada a los tejidos que la rodean, lo que puede ejercer presión sobre los nervios espinales y causar una variedad de síntomas.

Esto puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo defectos de nacimiento, lesiones en la columna vertebral, infecciones y ciertas condiciones médicas.

Los síntomas de la médula anclada pueden incluir dolor de espalda, debilidad muscular, pérdida de sensibilidad en las piernas, problemas de control de la vejiga y el intestino, y curvatura anormal de la columna vertebral. En algunos casos, los síntomas pueden empeorar con el tiempo si la condición no se trata.

Es importante que la médula anclada sea diagnosticada y tratada tempranamente para evitar complicaciones a largo plazo. Si la condición no se trata, puede causar una variedad de problemas, incluyendo la pérdida permanente de la función nerviosa, la deformidad de la columna vertebral y la incontinencia urinaria y fecal.

El tratamiento de la médula anclada generalmente implica cirugía para liberar la médula espinal y permitir que se mueva libremente. La cirugía debe realizarse lo antes posible para evitar complicaciones a largo plazo. 

¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS MAS COMUNES?

  • Dolor de espalda: la mayoría de las personas con médula anclada experimentan dolor de espalda, que puede ser agudo o sordo. El dolor puede empeorar con el tiempo y puede ser más intenso cuando la persona está sentada o de pie durante períodos prolongados.

  • Problemas de control de la vejiga y el intestino: la médula anclada puede afectar la capacidad de la persona para controlar la vejiga y el intestino. Por ejemplo, la persona puede experimentar incontinencia urinaria o fecal, o puede tener dificultad para vaciar la vejiga o el intestino.

  • Debilidad muscular: la médula anclada puede causar debilidad muscular, especialmente en las piernas. Esto puede hacer que la persona tenga dificultad para caminar o realizar otras actividades físicas.

  • Pérdida de sensibilidad en las piernas: la médula anclada puede afectar la sensibilidad en las piernas, lo que puede hacer que la persona tenga dificultad para sentir el tacto o la temperatura.

  • Curvatura anormal de la columna vertebral: en algunos casos, la médula anclada puede causar una curvatura anormal de la columna vertebral, lo que puede hacer que la persona tenga una postura anormal o una joroba en la espalda.

¿Qué es la médula anclada?

¿CUALES SON LAS CAUSAS MAS FRECUENTES?

  • Defectos de nacimiento: la médula anclada congénita es una afección en la que la médula espinal está anclada desde el nacimiento. Esta condición puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo problemas en el desarrollo fetal.

  • Lesiones en la columna vertebral: las lesiones en la columna vertebral, como una fractura o una dislocación, pueden causar la médula anclada.

  • Infecciones: ciertas infecciones, como la meningitis o la tuberculosis espinal, pueden causar inflamación y cicatrización alrededor de la médula espinal, lo que puede llevar a la médula anclada.

  • Tumores: los tumores que se desarrollan cerca de la médula espinal pueden ejercer presión sobre la médula y causar la médula anclada.

  • Cirugía de la columna vertebral: la cirugía de la columna vertebral, especialmente si se realiza en la infancia, puede causar la médula anclada si se produce cicatrización excesiva alrededor de la médula espinal.

¿SE PUEDE PREVENIR?

A menudo, la médula anclada es congénita o se produce como resultado de una lesión o infección, por lo que no es posible prevenirla en todos los casos.

Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar la médula anclada. Estas medidas incluyen:

  • Vacunarse: las vacunas pueden prevenir ciertas infecciones, como la meningitis, que pueden llevar a la médula anclada.

  • Evitar lesiones en la columna vertebral: se deben tomar medidas para evitar lesiones en la columna vertebral, como usar dispositivos de seguridad al conducir, practicar deportes de manera segura y proteger la cabeza de lesiones.

  • Tratamiento temprano de infecciones: es importante tratar cualquier infección de manera oportuna para prevenir complicaciones, como la médula anclada.

  • Seguir las recomendaciones postoperatorias: si se ha sometido a una cirugía de la columna vertebral, es importante seguir las recomendaciones postoperatorias para reducir el riesgo de desarrollar cicatrización excesiva alrededor de la médula espinal.

¿CUALES SON LAS SECUELAS?

La médula anclada puede causar una variedad de secuelas a largo plazo, especialmente si no se trata de manera temprana y adecuada, Algunas de las posibles secuelas incluyen:

  • Pérdida permanente de la función nerviosa: la médula anclada puede causar daño permanente a los nervios espinales, lo que puede llevar a la pérdida de la función nerviosa en las piernas, la vejiga y el intestino.

  • Deformidad de la columna vertebral: en algunos casos, la médula anclada puede causar una curvatura anormal de la columna vertebral, lo que puede llevar a una deformidad permanente de la columna vertebral.

  • Incontinencia urinaria y fecal: la médula anclada puede afectar la capacidad de la persona para controlar la vejiga y el intestino, lo que puede llevar a la incontinencia urinaria y fecal.

  • Dificultad para caminar: la debilidad muscular y la pérdida de sensibilidad en las piernas pueden hacer que la persona tenga dificultad para caminar o realizar otras actividades físicas.

  • Dolor crónico: la médula anclada puede causar dolor crónico en la espalda y las piernas, lo que puede afectar la calidad de vida de la persona.

¿QUE TRATAMIENTOS EXISTEN?

El tratamiento para la médula anclada generalmente implica cirugía para liberar la médula espinal y permitir que se mueva libremente, eso si, la cirugía debe realizarse lo antes posible para evitar complicaciones a largo plazo.

El objetivo de la cirugía es liberar la médula espinal y eliminar cualquier tejido cicatricial o adherencias que estén causando la fijación de la médula espinal.

Después de la cirugía, la persona puede necesitar terapia física y ocupacional para ayudar a recuperar la fuerza y la función muscular.

La terapia física puede incluir ejercicios para mejorar la movilidad y la flexibilidad, mientras que la terapia ocupacional puede ayudar a la persona a aprender nuevas formas de realizar tareas cotidianas.

No obstante, en algunos casos, la cirugía puede no ser posible o puede no ser efectiva para tratar la médula anclada. En estos casos, el tratamiento puede centrarse en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.

Esto puede incluir medicamentos para controlar el dolor, terapia física y ocupacional, y otros tratamientos médicos según sea necesario.

 

Aunque esta información ha sido revisada y contrastada, el contenido es meramente orientativo y no tiene valor terapéutico ni diagnóstico.

Desde Somosdisca te recomiendo que, ante cualquier duda relacionada con la salud, acudas directamente a un profesional médico del ámbito sanitario que corresponda.

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