El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad reumática sistémica y crónica.

Es decir, puede afectar a muchos órganos y/o sistemas: a las articulaciones, músculos, piel, riñón, pulmón, corazón…

Aunque casi la mitad de los pacientes tienen afectación casi exclusiva de la piel y las articulaciones.

Esta patología afecta principalmente a las mujeres en edad fértil (entre 20 y 40 años). 

Excepcionalmente puede darse también  en niños y personas mayores.

Una de las características de esta patología es que es una enfermedad muy heterogénea.

Es difícil encontrar dos pacientes con los mismos síntomas y con los mismos patrones de la enfermedad. Eso complica muchas veces el diagnóstico. 

Según los datos de la Sociedad Española de Reumatología (SER), el Lupus afecta aproximadamente a 75.000 personas en España.

La evolución de la enfermedad se desarrolla en fases de brote y otras en los que los efectos remiten.

Asimismo, hay lupus muy graves y otros no tan graves, como los que se manifiestan y están limitados a afecciones en la piel.

Cuando una persona está diagnosticada con lupus, las células del sistema inmune agreden a las propias del organismo, provocando inflamación y daños en los tejidos. 

El lupus actúa produciendo anticuerpos que sobre estimulan los linfocitos B (las células que producen los anticuerpos).

¿Qué es el Lupus?

TIPOS DE LUPUS: 

  • Lupus eritematoso sistémico: afecta a distintas partes del cuerpo en forma de brotes.   

  • Lupus discoide o cutáneo: causa erupciones o lesiones en la piel, por lo general tras la exposición a la radiación solar.

  • Lupus inducido por medicamentos: es similar al lupus eritematoso sistémico, pero se desencadena por una reacción a determinados fármacos.

  • Lupus neonatal: es una enfermedad rara del recién nacido que se produce cuando el lactante adquiere anticuerpos de su madre con lupus eritematoso sistémico. Los síntomas tienden a desaparecer en torno a los seis meses, excepto los cardiacos.

Lupus y sus síntomas

CAUSAS DEL LUPUS:

La causa del lupus sigue siendo desconocida. Sin embargo, al tratarse de una enfermedad autoinmune hay distintos factores que sí se conocen, que pueden influir y provocar la patología. 

 

  • Según la Sociedad Española de Reumatología, es probable que el agente que pone en marcha la enfermedad sea un virus.

    Pero aún asi se tienen que dar un conjunto de factores para que aparezca la enfermedad.

  • Otras de las causas que se barajan tienen que ver con la genética

  • Los factores ambientales también podrían incidir en esta patología.

  • Muchas personas con lupus tienen fotosensibilidad a los rayos ultravioleta.

  • Algunos medicamentos también pueden desencadenar un brote de esta patología.

  • Asimismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, pueden estar implicadas en la enfermedad.

    De hecho, el lupus es una enfermedad mucho más frecuente en la mujer que en la mujer que en el hombre: un caso en hombres por cada 9 mujeres.

SÍNTOMAS: 

Al tratarse de una enfermedad multisistémica afecta a varios órganos. Por un lado, presenta síntomas generales:

  • Cansancio

  • Pérdida de peso inexplicable

  • Trastornos de la piel

  • Daños cardiacos o pulmonares

  • Dolor óseo o muscular.

  • Fiebre prolongada que no se debe a ningún proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura. 

La fiebre es un síntoma muy importante porque puede deberse a la propia enfermedad o a una infección que coexiste con el lupus.

Podemos agrupar los síntomas en:

Síntomas articulares y musculares

Se encuentran dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes. El 90% de los pacientes con lupus padecen dolor e inflamación en las articulaciones (artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia. 

También es posible que aparezca rigidez articular por las mañanas. La artritis puede ser migratoria o episódica.

Estos síntomas suelen producirse al principio de la enfermedad y durante su evolución.

Síntomas dermatológicos

La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel de la cara, en las mejillas y la nariz.

Estos síntomas aparecen en el 80% de los pacientes y muchos de ellos empeoran con la exposición al sol.

También es frecuente la caída del cabello cuando la enfermedad está activa.

Por otro lado, los enfermos de lupus presentan hipersensibilidad a los rayos ultravioletas. Si se exponen sin protección la enfermedad puede reactivarse.

Síntomas cardiacos y pulmonares

Aproximadamente un 25 por ciento de los pacientes pueden padecer afecciones relacionadas con el corazón.

Esto se debe a que la capa de revestimiento del corazón (pericardio) se inflaman por la enfermedad.

Esta inflamación también se produce en las membranas de revestimiento de los pulmones (pleura), aunque aquí la incidencia sube al 50% de los casos.

Como consecuencia se origina pericarditis y pleuritis. Ambas tienen síntomas parecidos: dolor torácico y fiebre.

En otras ocasiones, el lupus afecta a los pulmones o a las válvulas del corazón ocasionando insuficiencia cardiorrespiratoria.

 

Síntomas en el riñón:

El lupus afecta a los dos riñones a la vez.

La lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), que a veces impide que el riñón elimine adecuadamente los residuos del organismo y estos se acumulan en la sangre.

Debido a esta inflamación, muchas veces el riñón se ve incapaz de asimilar y retener proteínas.

Con lo que se eliminan por la orina y se produce una hinchazón de cara y piernas. Estas afecciones pueden producirse hasta en el 45% de los pacientes.

Síntomas neurológico:

Estos son los más variados y graves. Los pacientes con lupus pueden tener trastornos psiquiátricos, cefaleas, estados confusionales, afectación en los nervios periféricos y convulsiones, entre otros.

Se manifiesta con dolores de cabeza, depresiones o situaciones de hiperactividad.

Son manifestaciones muy frecuentes en la población general y puede deberse a una inflamación cerebral por lupus o por otras muchas circunstancias.  

Síntomas del aparato digestivo:

Son los menos frecuentes pero pueden producirse vómitos, diarrea, pancreatitis, alteraciones hepáticas, peritonitis, etc.

Síntomas hematológicos:

En el lupus se puede producir una disminución del número de todos los tipos de células sanguíneas.

Así, la leucopenia, descenso de glóbulos blancos, puede ser muy frecuente. La anemia también aparece con asiduidad en el desarrollo de la enfermedad.

 

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