¿Qué tiene de inspirador hacer la cama por la mañana? ¿Y el llevar a tus hijos al colegio? ¿Y hacer la compra? Seguramente te estés diciendo a ti mismo qué: nada.
Pero ¿qué pasa si a esas preguntas le añadimos qué se trata de una persona con discapacidad? Cuando ves a una persona en silla de ruedas, es común que eso sea simplemente, lo que la define en tu mente.
Puedes incluso pensar que es un angelito que se cruzó en tu camino o que vino a enseñarnos algo, con una historia increíble detrás.
O que es una persona extraordinaria que nos recuerda que debemos seguir adelante y levantarnos de la cama todos los días, en definitiva la ves y te inspira, ¿a que te ha pasado?
Probablemente tu respuesta haya cambiado, incluso el gesto de tu cara, con una leve sonrisa, pensando que qué persona tan fuerte, y qué gesto tan motivador para comenzar el día.
¿Alguna vez has sentido el peso de ser alguien perfecto, ejemplo para todos y hasta inspiracional?
Últimamente las personas sin discapacidad somos protagonistas en anuncios de marcas deportivas cómo gesto de superación, fortaleza y esfuerzo.
A esto se le llama Porno inspiracional, ya qué se trata de tareas cotidianas qué a priori no tienen ningún mérito, pero que si decimos que la ha realizado una presiona con discapacidad te inspiran.
Os pondré un ejemplo más claro. ¿Quién no ha visto el típico vídeo del bebé qué al ponerle un implante coclear o audífonos escucha a su madre por primera vez?
O algo más sencillo aún, la clásica imagen qué dice qué “ la única discapacidad qué hay en la vida es la mala actitud”.O atletas con parálisis cerebral cruzando la línea de meta al ritmo de los aplausos e de la gente
Lo qué seguramente, en ese momento, te han inspirado para esforzarte más en la vida.
Y es a esto a lo que se le llama porno inspiracional. Ya que el porno inspiracional son, en definitiva, una serio de narrativas que utilizan a las personas con discapacidad como objetos de inspiración para las personas sin discapacidad.
Haciéndoles pensar que su vida podría ser peor, o el típico : “si ellos pueden yo también”
Éste término de «Porno inspiracional» lo creó la humorista Estella Young, considerándose una forma de capacitismo, o discriminación hacia las personas con discapacidad.
Young acuñó el término porno inspiracional para definir el hecho de cosificar a personas con diversidad funcional en nuestro propio beneficio.
Es decir, bajo el paraguas del porno inspiracional se agrupan todas esas situaciones en las que decimos que una persona con discapacidad nos resulta inspiradora sólo por su discapacidad.
Un problema que surge del porno inspiracional, es que refuerza estereotipos con respecto a la discapacidad, diciéndonos cómo debemos y podemos ser y actuar.
Ya que, seamos francos, la sociedad nos sigue viendo cómo personas que no valemos, y no cómo personas normales en la sociedad.
Pero el porno inspiracional no es nada nuevo qué ha surgido ahora con las redes sociales. Ya que está presente desde hace muchos años, como podemos ver, por ejemplo, en libros y películas. Como ocurre en la famosa película de Forrest Gump.
Si nos fijamos, en los últimos tiempos, casi la mitad de los ganadores al mejor actor en los Oscar, han sido nominaciones de actores que representaban a personajes con discapacidad.
La mayoría se trata de películas inspiradoras centradas en estos personajes, sin olvidar que son representadas por actores sin esa discapacidad.
Personajes que se centran en todo eso que ha logrado la persona con discapacidad, que se pensaba que jamás lograría.
Sin ver en ningún momento, cuáles son las trabas reales de el porqué, la mayoría de las personas con discapacidad, no suelen llegar a esa meta.
Y evidentemente sin mostrar la realidad que vivimos las personas con discapacidad en la sociedad, ya que normalmente somos ignorados por ésta.
Si partimos de que la sociedad suele ver la discapacidad como algo malo, en el momento qué se realiza algo, por muy común que sea como el hecho de trabajar o llevar a tus hijos al colegio, pasas a ser una persona inspiradora.
Por lo qué encontramos el primer fallo, ya qué la sociedad piensa que el obstáculo principal puede ser la falta de caminar, en una persona con silla de ruedas, y no ve qué en realidad el principal obstáculo es una falta de infraestructura y accesibilidad en nuestra sociedad.
A pesar de que a veces lo hagamos de manera inconsciente, pensar que las personas con diversidad funcional están allí para inspirarnos las cosifica y las reduce al mero concepto “persona con discapacidad”, como si no pudieran ser otra cosa más allá de eso.
En este artículo no podía faltar la típica frase de “La única discapacidad en la vida es una mala actitud”.
El hecho de sonreírle a unas escaleras, como nos dice Young, no las va a convertir un una rampa o un ascensor
Por lo que no tenemos que olvidar qué el poder realizar tareas tan cotidianas como es el ir a comprar, nos requiere sobrellevar una serie de barreras y obstáculos para llegar al mismo punto.
Deberíamos de pararnos a pensar sobre una reflexión que hace Estella Young y que me gustaría compartirla con vosotros.
Ésta reflexión nos dice que el término “persona con discapacidad” no hace referencia a la relación que esa persona tenga con su cuerpo o con su afección.
Sino a cómo la sociedad y el mundo en el que vivimos los discapacita.
Os pongo por ejemplo muy clásico, y es que esto ocurre siemprehabiendo siempre más escaleras que rampas, existiendo bordillos para entrar en casi cualquier portal.
En serio, os pido que os fijéis en cómo se toman medidas de cómo reservar asientos en cines y conciertos para personas con movilidad reducida en los que sus acompañantes sin discapacidad no les pueden acompañar.
Si dedicáis un día a pensarlo mientras lleváis a cabo vuestra rutina diaria, seguramente acabaréis cansados de reconocer detalles que hacen que la vida de las personas con movilidad reducida, por ejemplo, sea un auténtico coñazo.
Queda muy bonito alimentarnos de mensajes inspiracionales pensando que eso nos hace mejores personas.
Mensajes que nos inspiran, sin tener en cuenta que así estamos cosificando a las personas con discapacidad, convirtiendo su discapacidad en un motivo para alegrarnos de que nosotros no la tengamos.
No deja de ser una manera de pensar en el el típico “podría irme peor”, o “hay gente que está peor que yo”.
Confundimos el tratar a las personas con discapacidad como si su diagnóstico los hiciera excepcionales, con la actitud que tengan ante sus vidas.
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