Es bien sabido que el embarazo tiene una duración de 40 semanas de gestación, por lo que se considera un bebé prematuro a un bebé nacido vivo antes de que se hayan cumplido 37 semanas de gestación.
Los niños prematuros se dividen en subcategorías en función de la edad gestacional:
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Prematuros extremos (menos de 28 semanas)
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Muy prematuros (28 a 32 semanas)
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Prematuros moderados a tardíos (32 a 37 semanas)
El parto inducido y el parto por cesárea no deben planificarse antes de que se hayan cumplido 39 semanas de gestación, salvo que esté indicado por razones médicas.
Cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros, y más de un millón de ellos mueren, lo que convierte a la prematuridad en la primera causa de muerte en niños menores de 5 años.
En Europa, las complicaciones de la prematuridad son la causa de más de la mitad de las muertes en el primer año de vida.
Y los que sobreviven, a menudo, tienen problemas de salud graves, como por ejemplo:
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Parálisis cerebral
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Pérdida de visión
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Pérdida de audición
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Discapacidad intelectual.
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Problemas respiratrios…
En todo el mundo mueren alrededor de 1,1 millones de bebés prematuros.
¿PORQUÉ SE PRDUCE?
La mayoría de los partos prematuros ocurren de forma espontánea. En algunas casiones se desencadenan por una producción temprana de contracciones uterinas, y otras por cesárea temprana por razones médicas.
Entre las causas más frecuentes del parto prematuro figuran:
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Los embarazos múltiples
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Las infecciones
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Las enfermedades crónicas: como la diabetes y la hipertensión
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Influencia genética.
SUPERVIVENCIA:
Apenas un par de semanas pueden marcar una gran diferencia a la hora de la maduración nuestro bebe, las secuelas que pueda o no tener y su índice de supervivencia.
En nuestro país podemos decir que la supervivencia es excepcional antes de la semana 23 y que en la 24 sigue siendo muy baja.
En la semana 25 el 55,7% de los nacidos logran sobrevivir sin secuelas graves. Es decir, que en la semana 26 un recién nacido estaría al borde de la viabilidad.
La superviviencia en España de los bebés prematuros de más de 28 semanas está ya en el 95%.
Por debajo de esa edad es del 65% y un porcentaje similar lo harán llevando una vida plena.
SECUELAS:
Lo prioritario es asegurar su supervivencia, para lo cual hay que combatir sobre todo la hipotermia, ya que no son capaces de regular bien su temperatura.
Los problemas asociados a no tener los pulmones completamente desarrollados, los trastornos cardiovasculares y hemorragias intraventriculares.
Sin olvidar los posibles problemas asociados a la inmadurez del sistema digestivo, metabólico e inmunológico.
Las posibilidades de que un prematuro sobreviva dependen del peso, los problemas de salud y, sobre todo, de su edad gestacional que establece su madurez.
Las secuelas más comunes tienen que ver con alteraciones visuales y/o auditivas, parálisis cerebral discapacidad intelectual.
También son más propensos a desarrollar epilepsia, otitis y alteraciones motores leves.
Las dificultades de aprendizaje o retrasos en la aparición del lenguaje son otro tipo de secuelas que, con la estimulación adecuada, pueden remitir e incluso desaparecer
LOS PADRES:
Como padres, el proceso que conlleva:
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La separación con el recién nacido
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El verle en una UCI neonatal rodeado de aparatos y con un aspecto muy frágil
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La estancia en las unidades de cuidados neonatales
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El proceso de alta
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El tener que asumir que tu hijo pueda salir del hospital con problemas de salud…
No es nada fácil.
Es importante que se produzca todo el contacto físico posible con el recién nacido, empleando siempre que sea posible el método canguro, que persigue un contacto íntimo piel con piel.
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