Cada 4 de enero se conmemora el día mundial del Braille, con el fin de generar mayor consciencia, y destacar la importancia de este medio de comunicación usado por personas que sufren de ceguera o de alguna discapacidad visual.
Según la Organización Mundial de la Salud hay unos 36 millones de personas con ceguera en el mundo, y 216 millones sufren discapacidad visual moderada o grave.
El Braille lo tenemos más presente de lo que nos damos cuenta, como en ascensores, cajas de medicamentos, alimentos, puertas de consultas médicas…
Aunque aun falta mucho camino para hacer mas visibilidad a las personas con discapacidad visual para que puedan tener una mayor independencia.
Por lo que desde aquí aprovechamos en nombramiento del Dia Mundial del Braille para dar visibilidad a esta forma de comunicación.
Ya que es la forma que tienen las personas ciegas de poder leer, aprender y orientarse teniendo en cuenta de su falta de visión.
UNA REALIDAD PARA NUESTRO TIEMPO:
Durante la pandemia del Covid, muchas personas con discapacidad visual se han vistos limitadas en cuanto a independencia y aislamiento.
Estas personas dependen del tacto para expresar sus necesidades y acceder a la información.
Y es que la pandemia ha generado la necesidad de producir información bajo el formato Braille y formato audible.
También, de intensificar actividades orientada a la accesibilidad digital y así garantizar el acceso digital a todas estas personas.
¿QUÉ ES EL BRAILLE Y CÓMO FUNCIONA?
Para quien no lo sepa, el sistema braille no es un idioma, sino un alfabeto.
Con el braille pueden representarse las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos, la música, etc.
Este sistema suele consistir en celdas de seis puntos en relieve, organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba abajo y de izquierda a derecha.
La presencia o ausencia de puntos permite la codificación de los símbolos.
Es asombroso que mediante estos seis puntos se obtengan 64 combinaciones diferentes.
La presencia o ausencia de punto en cada posición determina de qué letra se trata.
Pero estas 64 combinaciones resultan claramente insuficientes para representar todas las letras, números y símbolos.
Por ello se utilizan signos diferenciadores especiales que, antepuestos a una combinación de puntos, convierten una letra en mayúscula, cursiva, número o nota musical.
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