El objetivo de esta celebración, que se realizó por primera vez en 1998, es crear conciencia sobre el asma y mejorar el cuidado del asma en todo el mundo.

Este evento se celebra todos los años el primer martes del mes de mayo. El “World asthma day” es una iniciativa para concienciar a la población de la gravedad de esta enfermedad a quien la padece.

Hay que destacar que todavía no existe una cura total para este mal, pero si métodos muy interesantes para el control de la misma.

Hoy en día es posible tenerla bajo control, llevando una vida saludable.

El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra.

Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche.

¿En qué consiste un ataque de asma?

Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones.

Los síntomas recurrentes causan con frecuencia insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral.

La tasa de letalidad del asma es relativamente baja en comparación con otras enfermedades crónicas; no obstante, en 2005 fallecieron 255 000 personas por esa causa.

  • La OMS calcula que en la actualidad hay 235 millones de pacientes con asma.

  • El asma es la enfermedad crónica más frecuente en los niños.
  • Está presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo. Más del 80% de las muertes por asma tienen lugar en países de ingresos bajos y medios-bajos.
  • A menudo el asma no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado, creando así una importante carga para los pacientes y sus familias, y pudiendo limitar la actividad del paciente durante toda su vida.

¿Qué provoca los ataques de asma?

Los factores de riesgo más importantes son productos inhalados, entre los que cabe citar los siguientes:

  • alérgenos en espacios cerrados (por ejemplo los ácaros del polvo presentes en la ropa de cama, las alfombras y los muebles tapizados, la contaminación y la caspa de los animales domésticos);

  • alérgenos en espacios exteriores (como pólenes y mohos);

  • humo de tabaco, y;

  • productos químicos irritantes en el lugar de trabajo.

Otros factores desencadenantes pueden ser el aire frío, una emoción extrema, de enfado o miedo, y el ejercicio físico.

En algunas personas el asma puede sobrevenir en respuesta a algunos medicamentos, como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, o los betabloqueantes (empleados contra la hipertensión, algunos problemas cardiacos o la migraña).

También la urbanización se ha asociado a un aumento de los casos de asma, pero no está clara la naturaleza exacta de esa relación.

Según estima la OMS, hay en el mundo unos 235 millones de personas que sufren asma.

Aunque no se puede curar, un tratamiento apropiado permite controlar la enfermedad y disfrutar de una buena calidad de vida. Además, algunos niños con formas moderadas de la enfermedad superan sus síntomas con los años.

Pin It on Pinterest

Share This