Trastorno del Desarrollo del Lenguaje: qué es, cómo se diagnostica y qué dificultades provoca en el aprendizaje

  • Se estima que entre el 2 y el 5% de la población infantil padece del trastorno del desarrollo del lenguaje o TDL.
  • El informe The Manchester Language Study, concluyó que a los dieciséis años, el 40% de las personas con TDL tenía dificultades para interactuar con los compañeros.
 

Dos niñas charlando.

Dos niñas charlando.
PIXABAY

Desde el año 2017 el tercer viernes de octubre se celebra en más de 40 países de todo el mundo el Día Internacional de Concienciación sobre los Trastornos del Desarrollo del Lenguaje.

Aunque según datos del estudio epidemiológico SCALES realizado en Reino Unido se estima que uno de cada 14 niños en edad escolar padece trastorno del desarrollo del lenguaje – también conocido como TDL o DLD por sus siglas en inglés-, se trata de una patología bastante desconocida entre la población que de no tratarse puede tener secuelas que perduren en la edad adulta.

Pero, ¿qué es el trastorno del desarrollo del lenguaje? El TDL es una condición neurológica que incide en el desarrollo de las habilidades del lenguaje (comprensión y capacidad para expresar ideas y pensamientos).

Antes conocido como trastorno específico del lenguaje (TEL), expertos de la Universidad de Oxford llegaron a la conclusión que dicho término no reflejaba con exactitud dicha patología porque se ha observado que una gran parte de los niños que lo sufren también presentan dificultades en otras áreas como la memoria, la atención o, incluso, el desarrollo motor.

¿Cuál es la causa o el origen de este trastorno?

 La causa del TDL se desconoce, pero las investigaciones sugieren que el trastorno tiene un importante componente genético hereditario. Frecuentemente, entre un 50% y 70% de los niños con TDL tienen uno o más miembros de la familia, normalmente padres o hermanos, que también tuvieron dificultades en la infancia para desarrollar el lenguaje.

¿Cuáles son las principales dificultades que pueden presentar un niño con TDL?

Los niños con TDL suelen empezar a hablar más tarde de lo esperado (alrededor de un 25%). Algunos de ellos no dicen sus primeras palabras hasta los dos años de edad y/o no empiezan a construir pequeñas frases de dos palabras hasta los tres años. 

A medida que van adquiriendo el lenguaje, se observa que los niños presentan dificultades para expresarse. Les cuesta incorporar vocabulario nuevo, es habitual que omitan palabras (generalmente preposiciones, artículos, adverbios o pronombres) y tienen problemas con las flexiones verbales. 

También les cuesta construir oraciones sintácticamente correctas y realizar concordancias de género y número (en el caso de los determinantes y los adjetivos con los nombres) y/o de número y persona (en el caso de los verbos con el sujeto). Todos estas señales podrían hacer sospechar a los adultos de un posible problema.

Por otro lado, un niño con TDL puede tener dificultades para comprender el lenguaje e interpretar con precisión los mensajes verbales, por lo que muchas veces se apoyan en la información visual que les ofrece el contexto para intentar entender lo que se les dice. Otras señales que podemos encontrar son que el niño no preste mucha atención a lo que dicen los demás y que en algunos casos incluso no responda a su nombre.

¿Cuándo realizar el diagnóstico?

Si el niño es muy pequeño y la comunicación está gravemente comprometida, los expertos indican que el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje puede confundirse con el Trastorno del Espectro del Autismo. Por lo tanto, se suele desaconsejar realizar un diagnóstico excesivamente precoz. Se recomienda, además, observar al niño no solo en el momento actual sino también su evolución a lo largo del tiempo. Aproximadamente a los 3 años de edad, se puede empezar a diferenciar este trastorno de otros y, entre los 4 y 5 años, realizar un diagnóstico fiable. 

¿Qué dificultades puede ocasionar no tratarlo?

Para los especialistas es esencial una intervención temprana en el niño a través de la terapia del habla (se trabaja de manera individual el desarrollo de vocabulario y la gramática) y la psicoterapia (para tratar problemas emocionales derivados de las dificultades en el lenguaje). Si se sospecha que el pequeño pueda tener TDL se recomienda iniciar una intervención logopédica antes, incluso, de tener un diagnóstico certero ya que cuanto antes se intervenga mejor será el pronóstico.

Un niño con TDL que no reciba apoyos va a encontrarse con dificultades para seguir el ritmo de la clase y tendrá un desarrollo del lenguaje oral deficiente lo que repercutirá a su vez en el aprendizaje de la lectoescritura y su nivel escolar. Las relaciones sociales también se verán comprometidas. El informe The Manchester Language Study, concluyó que a los dieciséis años, el 40 % de las personas con TDL tenía dificultades para interactuar con los compañeros.

¿Cómo se puede apoyar al niño desde casa?

También es fundamental apoyar al niño desde casa siguiendo las pautas que indique el logopeda. Todo lo que sea fomentar las experiencias comunicativas será bienvenido: enseñarle nuevas palabras y expresiones, interactuar con él a través de preguntas y respuestas, fomentar el hábito de la lectura, leer carteles en la calle o en el supermercado, cantar canciones, fomentar su socialización con otros niños a través de actividades y juegos…

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