Cada 4 de septiembre se celebra el día mundial de la salud sexual, con el objetivo principal de concienciar a la población acerca de la promoción de los derechos sexuales, la diversidad sexual, así como la salud sexual y reproductiva de una manera placentera, sin discriminación o riesgos.

Sin olvidar dar visibilidad de toda la información acerca de los factores de riesgo, enfermedades de transmisión sexual y contagios, así como las precauciones pertinentes para una vida sexual saludable.

Este año, el día mundial de la salud sexual se celebra bajo el lema: ¡Hablemos del placer!», reforzando el concepto de placer como un ingrediente esencial de la sexualidad, la salud sexual y los derechos sexuales.

¿QUÉ ES LA SALUD SEXUAL?

La OMS describe la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad.

Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.

Para que la salud sexual se logre y se mantenga es necesario reconocer y garantizar los derechos sexuales de todas las personas: deben ser respetados, protegidos y cumplidos.

Día mundial de la salud sexual

Podemos decir que tenemos salud sexual cuando tenemos la libertad de expresarnos y lo hacemos de manera responsable.

Salud sexual no es solamente la ausencia de enfermedad o disfunción. 

La sexualidad abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.

Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales.

La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos, espirituales…

Día mundial de la salud sexual.

Y es que este tipo de salud es una parte imprescindible de la vida del individuo, va de la mano con la general de la persona e impacta directamente en las relaciones y la calidad de vida.

Por eso es necesario que los derechos sexuales se reconozcan y se garanticen.

Aunque las estadísticas son alarmantes y la información sobre salud en el ámbito sexual reproductiva es más que necesaria, la salud sexual no se limita solamente la prevención de embarazos no deseados.

En muchas ocasiones tendemos a aquivocarnos y pensar que Salud en la sexualidad es solamente enseñar sobre biología reproductiva y no es solamente saber colocar un preservativo.

No hay que olvidad que cuando hablamos de este tipo de salud tiene que ir de la mano de la educación sexual, ya que una implica a la otra.

Sin olvidar que para disfrutar de una buena salud sexual es necesario trabajar la autoestima, educar desde el respeto, desde la inteligencia emocional.

Hay que enseñar a gestionar lo que las emociones nos producen, aprender a identificar, saber decir que sí o que no, tener capacidad de elección y hacerlo bajo una responsabilidad consciente y sabia.

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