La homeopatía es un método terapéutico que se basa en la ley de similitud o de los semejantes, la cual afirma que una sustancia que provoca determinados síntomas en una persona sana, en pequeñas cantidades, es capaz de curar los mismos síntomas o semejantes en una persona enferma.
Los homeópatas elaboran los tratamientos consultando libros de referencia que se conocen como repertorios.
Desde sus comienzos, la homeopatía ha sido objeto de debate y controversia entre los expertos en medicina.
Por lo que cuenta con defensores y detractores. Algunos expertos la han categorizado como una pseudociencia.
En España, el uso de la homeopatía aumenta cada vez más entre población:
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Un 33% de los españoles la han utilizado en algún momento y
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Más de un25% de la población lo hace de forma ocasional o regular para tratar sus afecciones.
El creciente interés de la Homeopatía en España se ha acompañado en los últimos 30 años, con la posibilidad de adquirir el medicamento homeopático en todas las farmacias.
Pero la homeopatía es ¿ciencia o pseudociencia? ¿Poco principio activo o puro azúcar? ¿Autoengaño o confianza a la larga?
Cuando nos sumergimos en el campo de la medicina alternativa nos invaden las preguntas.
La homeopatía es considerada por muchas personas como una medicina milenaria.
Una alternativa menos dañina a los diferentes fármacos que circulan en el mercado con amplio abanico de químicos y excipientes.
A diferencia de los medicamentos, la homeopatía trata de reducir estos compuestos químicos al mínimo.
No debemos confundir la homeopatía con las medicinas naturales o herbolarias, pudiendo tener éstas últimas una base científica demostrada para su uso médico-terapéutico.
La homeopatía busca que con una sustancia que provoca determinados síntomas en una persona sana, en muy pequeñas cantidades, es capaz de curar los mismos síntomas o parecidos en una persona enferma.
Es decir, se basa en la ‘desconcentración’ progresiva o sucesiva del principio activo de un medicamento por diferentes medios: dilución (volver a diluir lo diluido en agua, alcohol u otro solvente), dinamización (agitar o centrifugar), etc.
La OMS desaconseja su uso
Muchos argumentan que, al ser una medicina basada en los recursos químicos-naturales contemporáneos, de las sociedades de hace más de 200 años, cuando se implementaba, deba funcionar para las diferentes enfermedades que se presentan hoy en día.
Otros establecen que es una alternativa eficaz, a los medicamentos a los que hoy en día se prescriben en la población.
Rechazando la sobremedicación debido a las consecuencias secundarias que puedan acarrerar, o simplemente creen que no se debería alterar la naturaleza preprogramada en un individuo, o incluso apelando a la llamada memoria del agua.
Al fin y al cabo, lo que si está demostrado, es que serle exclusivamente fiel a la homeopatía puede llegar a ser realmente peligroso, ya que no está demostrado en absoluto que, por ejemplo, pueda tener efectos curativos en un paciente con enfermedades autoinmunes o en pacientes con cáncer.
Y lo peor es que muchas veces se vende como tal aprovechando la situación del enfermo, lo que han criticado duramente las comunidades científicas.
La Asamblea Nacional de Homeopatía española, en representación de médicos, veterinarios y farmacéuticos, precisaban que esta medicina alternativa, en ningún caso, sustituye a otros tratamientos oncológicos.
Más bien la homeopatía permite mejorar su calidad de vida, y tratar los síntomas asociados a los efectos secundarios de la quimioterapia o radioterapia.
Proporcionando una mejora a la hora de llevar los ciclos de tratamiento, y de esa forma, pueda concluir la terapia, ya que los medicamentos homeopáticos son, perfectamente compatibles, con los tratamientos oncológicos.
Incluso la misma Organización Mundial de la Salud, desaconseja el uso de homeopatía para el tratamiento de enfermedades como la gripe común, tuberculosis, malaria, SIDA o diarrea infantil.
Efecto placebo y fe
Probablemente la homeopatía carezca de efectos secundarios, pero no por ello cura enfermedades.
Desde el punto de vista metodológico y científico, la homeopatía funciona como un efecto placebo.
Por lo que el paciente cree estar tratado con la mejor medicina posible y pone toda su fe en ella.
Se han demostrado casos de pacientes que han abandonado los tratamientos crónicos o puntuales para pasarse a la homeopatía, relatando una mejoría en su vida.
No obstante, no hay que olvidar que los medicamentos testados una y mil veces tanto en ratones como en humanos, no sólo poseen el efecto placebo, sino que también actúan en pos de curar o paliar una enfermedad de forma adecuada y probada.
Teniendo una sólida base detrás de sí que ha culminado después de años de investigación.
Según las comunidades médicas, “decantarse por un fármaco de dudosa eficacia, que puede poner en riesgo tu vida está más cerca de ser un acto de fe que de naturismo”.
Y es aquí donde se abre el debate… ¿Homeopatía como ciencia de la salud? En vez de tenerla como medicina alternativa, ¿debemos llamarla medicina como tal?