El 14 de marzo se celebra el Día Europeo de Prevención del Riesgo Cardiovascular con el objetivo de concienciar a la población acerca de la capacidad que tenemos de influir sobre los principales factores de riesgo implicados en la mayoría de las enfermedades cardiovasculares, como son el tabaquismo, el aumento del colesterol, la hipertensión, la diabetes sin control, la obesidad y el sedentarismo.

También acerca de otros nuevos factores de riesgo que facilitan el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, como la apnea del sueño, el estrés, la contaminación y el consumo de drogas.

Las enfermedades Cardiovasculares, son enfermedades que afectan a las arterias del corazón y del resto del organismo, principalmente el cerebro, los riñones y los miembros inferiores. Las más importantes son: el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular (trombosis, embolia y hemorragia cerebral). Son muy graves y la principal causa de muerte sobre todo en países desarrollados. 

La Organización Mundial de la Salud recuerda que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo y que el 80% de las muertes prematuras que ocasiona este conjunto de enfermedades se podrían evitar siguiendo un estilo de vida saludable que conlleve la reducción de los factores de riesgo mencionados.

El riesgo cardiovascular es la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una de estas enfermedades dentro de un determinado plazo de tiempo y esto va a depender fundamentalmente del número de factores de riesgo que estén presentes en un individuo. Los factores de riesgo se clasifican en dos grandes grupos: factores modificables, son en los que podemos intervenir para evitarlos y factores no modificables que son los que no podemos intervenir. 

No modificables:

  • Edad

  • Sexo

  • Raza

  • Antecedentes familiares

Factores que sí podemos modificar:

  • Hipertensión arterial

  • Aumento del colesterol

  • Síndrome Metabólico y Diabetes

  • Sobrepeso y obesidad

  • Tabaquismo

  • Sedentarismo

  • Abuso de alcohol

  • Ansiedad y estrés

Los cuatro primeros factores, por lo general van frecuentemente asociados ya que tienen factores comunes que los ponen en marcha.

Junto con el tabaco, son los factores de riesgo modificables más importantes sobre los que tenemos que actuar y el hecho de coincidir en una misma persona varios factores de riesgo aunque sea de  forma mínima, el riesgo se multiplica de forma exponencial.

Es necesario por tanto tratar todos y cada uno de los factores de riesgo que están presentes para que realmente este riesgo disminuya.

    En la web de la Fundación Española del Corazón puedes encontrar una calculadora de riesgo cardiovascular. 

    Te recomendamos este decálogo para poder prevenir el riesgo cardiovascular:

    1. Haz ejercicio físico un mínimo de tres veces por semana, mantente activo, camina, olvida el ascensor, baja una parada de autobús antes. No te quedes en el sofá

    2. Mantén un peso equilibrado.

    3. Cuida tu alimentación, añade a tu dieta más vegetales frescos y menos grasas. Disminuye la ingesta de sal.

    4. Modera consumo alcohol, como máximo una copa de vino diaria. No fumes.

    5. Controla los niveles de tensión arterial y de colesterol en tus chequeos de salud.

    6. Si eres diabético, lleva un control de las cifras de glucosa y sigue las recomendaciones de tu profesional de salud.

    7. Lleva una vida más tranquila, con menos estrés. Aprende a relajarte y a respirar con calma. Relativiza los problemas del día a día.

    8. Educa a tus hijos en la adquisición de hábitos saludables, les estarás educando en salud.

    9. Mantén una vida social. Visita a tus amigos, conversa y disfruta de la compañía de otras personas. Es bueno sentirse acompañado.

    10. Confía en tu profesional de la salud y sigue sus recomendaciones. Aprende a cuidarte y a cuidar tu corazón.

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