La médula ósea es un tejido indispensable para la vida ya que en él se fabrican las células de la sangre y del sistema inmunitario. En la médula ósea anidan las células madre (también denominadas progenitores hematopoyéticos), que son capaces de producir todas las células de la sangre: los glóbulos rojos (hematíes), los glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas (trombocitos).

Muchas enfermedades son consecuencia de una producción excesiva, insuficiente o anómala de un determinado tipo de células derivadas de la célula madre. En muchas de estas enfermedades el trasplante de médula ósea es la única esperanza de curación al sustituir las células defectuosas por otras normales procedentes de un donante sano. 

El único requisito inicial para ser donante es cumplimentar un formulario y someterse a una pequeña extracción de sangre con el fin de determinar su grupo de histocompatibilidad.

La identificación de biomarcadores de la enfermedad, una «huella dactilar metabólica» como la que se ha descubierto en el nuevo estudio, también podría abrir la posibilidad de tratamientos dirigidos, informa Ep. «Encontramos patrones metabólicos claros y reproducibles en la sangre de docenas de pacientes con fibromialgia. Esto nos acerca mucho más a un análisis de sangre que nunca», ha señalado.

Para diagnosticar la fibromialgia, los médicos ahora confían en la información aportada por el paciente sobre una multitud de síntomas y en una evaluación física del dolor, centrándose en puntos sensibles específicos. Pero no hay un análisis de sangre, no hay una herramienta clara y fácil de usar que proporcione una respuesta rápida.

Aunque la fibromialgia es actualmente incurable y el tratamiento se limita al ejercicio, la educación y los antidepresivos, un diagnóstico preciso tiene muchos beneficios. Estos incluyen descartar otras enfermedades, confirmar a los pacientes que sus síntomas son reales y no imaginados, y guiar a los médicos hacia el reconocimiento de la enfermedad y el tratamiento adecuado.

«La mayoría de los médicos hoy en día no cuestionan si la fibromialgia es real, pero todavía hay escépticos», ha señalado el investigador, quien recuerda que a muchos pacientes no diagnosticados se les recetan opioides que no han demostrado beneficiar a las personas con la enfermedad.

El estudio se ha realizado sobre 123 pacientes, por lo que si todo va bien en pocos años podremos disponer de dichos análisis para detectar la enfermedad.

 Fuente: ABC 

Pin It on Pinterest

Share This