Hola Titánicos, el linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer que comienza en el sistema linfático, que es parte del sistema inmunitario del cuerpo, que lucha contra los gérmenes.
El linfoma no Hodgkin es el tipo de linfoma más habitual.
Se trata de un tipo de cáncer linfático que afecta a cualquiera de las partes de este sistema: vasos, ganglios, bazo, amígdalas, timo, médula ósea y la propia linfa.
¿Sabías que cada año se diagnostican a unas 6.000 personas de linfoma en España?
En España, la incidencia está en torno a los 12,3 casos por cada 100.000 personas al año en el caso de los hombres, y 10,8 en el de las mujeres.
Se trata del séptimo tipo de cáncer más habitual en ambos sexos.
En los últimos años, ha disminuido la mortalidad en todos los tipos de cáncer en hasta un 3%, lo que demuestra los grandes avances conseguidos en el desarrollo de tratamientos y en su efectividad, y aunque hay camino por recorrer, es todo un logro en la lucha contra el cáncer.
¿QUÉ ES EL LINFOMA NO HODGKIN?
El linfoma no hodgkin es un tipo de cáncer que comienza en el sistema linfático, que es parte del sistema inmunitario del cuerpo que lucha contra los gérmenes. En el linfoma no hodgkin, los glóbulos blancos denominados linfocitos se desarrollan de manera anormal y pueden formar bultos (tumores) en todo el cuerpo.
Linfoma no hodgkiniano es una categoría general de linfoma.
No obstante hay muchos subtipos que entran en esta categoría. El linfoma difuso de células B grandes y el linfoma folicular se encuentran dentro de los subtipos más comunes. La otra categoría general de linfoma es el linfoma de Hodgkin.
Los avances en el diagnóstico y el tratamiento del linfoma no hodgkiniano han contribuido a mejorar el pronóstico de las personas que tienen esta enfermedad.
¿CUALES SON LOS DIFERENTES TIPOS DE LINFOMA NO HODGKIN?
Leucemia linfocítica crónica:
La leucemia linfocítica crónica es un tipo de cáncer de la sangre y de la médula ósea, que es el tejido esponjoso ubicado dentro de los huesos donde se producen las células sanguíneas.
El término «crónica» en leucemia linfocítica crónica proviene del hecho de que esta leucemia, por lo general, avanza más lentamente que otros tipos de leucemia.
El término «linfocítica» en leucemia linfocítica crónica tiene que ver con las células afectadas por la enfermedad: un grupo de glóbulos blancos llamados linfocitos, que ayudan al cuerpo a combatir infecciones.
La leucemia linfocítica crónica afecta más comúnmente a los adultos mayores. Existen tratamientos para ayudar a controlar la enfermedad.
Muchas personas que tienen leucemia linfocítica crónica no tienen síntomas al principio. Los signos y síntomas podrían presentarse a medida que el cáncer progresa. Pueden incluir los siguientes:
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Agrandamiento de los ganglios linfáticos, pero sin dolor
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Fatiga
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Fiebre
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Dolor en la parte superior izquierda del abdomen, que puede deberse al agrandamiento del bazo
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Sudores nocturnos
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Pérdida de peso
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Infecciones frecuentes
La leucemia linfocítica crónica puede causar complicaciones como las siguientes:
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Infecciones frecuentes.
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Un cambio a un tipo de cáncer más agresivo.
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Aumento del riesgo de otros tipos de cáncer.
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Problemas del sistema inmunitario.
Linfoma cutaneo de células T:
El linfoma cutáneo de células T (CTCL) es un tipo de cáncer poco frecuente que comienza en los glóbulos blancos llamados células T (linfocitos T). Estas células normalmente ayudan al sistema inmunitario del cuerpo a luchar contra los gérmenes. En el linfoma cutáneo de células T, las células T desarrollan anomalías que las hacen atacar la piel.
El linfoma cutáneo de células T puede provocar enrojecimiento de la piel similar a una erupción, manchas redondas ligeramente elevadas o escamosas en la piel y, a veces, tumores de la piel.
Existen varios tipos de linfoma cutáneo de células T. El tipo más frecuente es la micosis fungoide. El síndrome de Sezary es un tipo menos frecuente que causa enrojecimiento de la piel en todo el cuerpo.
Algunos tipos de linfoma cutáneo de células T, como la micosis fungoide, progresan lentamente y otros son más agresivos.
El tipo de linfoma cutáneo de células T que tengas ayuda a determinar qué opciones de tratamiento son las mejores para ti. Los tratamientos pueden incluir cremas para la piel, fototerapia, radioterapia y medicamentos sistémicos, como la quimioterapia.
El linfoma cutáneo de células T es uno de los tantos tipos de linfoma que se conocen en conjunto como linfomas no Hodgkin.
Los signos y los síntomas del linfoma cutáneo de células T incluyen:
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Manchas redondas de piel que pueden estar elevadas o ser escamosas y pruriginosas.
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Manchas en la piel más claras que la piel que la rodea.
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Protuberancias que se forman en la piel y se pueden abrir.
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Agrandamiento de los ganglios linfáticos
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Pérdida del cabello
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Engrosamiento de la piel de la palma de las manos y de la planta de los pies.
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Piel como erupcionada y enrojecida en todo el cuerpo que causa picazón intensa.
Linfoma cutáneo de linfocitos B
El linfoma cutáneo de células B es un tipo de cáncer poco frecuente que comienza en los glóbulos blancos. Este cáncer ataca la piel. El linfoma cutáneo de células B se inicia en un tipo de glóbulos blancos que luchan contra los gérmenes, llamados células B.
Estas células también se conocen como linfocitos B.
Los tipos de linfoma cutáneo de células B incluyen los siguientes:
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Linfoma cutáneo primario del centro folicular
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Linfoma cutáneo primario de células B de la zona marginal
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Linfoma cutáneo primario de células B grandes difusas, el tipo que se produce en la pierna
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Linfoma intravascular difuso de células B grandes
Los síntomas del linfoma cutáneo de células B incluyen un bulto duro debajo de la piel. El bulto puede ser del mismo color que la piel. O bien, puede ser de un color más oscuro o tener un aspecto rosado o morado.
Linfoma folicular:
El linfoma folicular es el segundo tipo de linfoma no Hodgkin más frecuente ya que representa un 20-25% de todos los linfomas no Hodgkin.
Son diagnosticados alrededor de 2.000 nuevos casos cada año en España. Se trata de un linfoma de tipo B y de crecimiento lento (indolente), aunque algunos linfomas foliculares pueden crecer rápidamente.
La edad promedio de diagnóstico de las personas con linfoma folicular es de aproximadamente 60 años, siendo poco habitual en personas jóvenes. Por lo general, afecta a muchas áreas linfáticas del organismo, así como a la médula ósea.
El linfoma folicular se origina en las células B del centro germinal. Los centros germinales aparecen en los órganos linfáticos secundarios (por ejemplo el bazo o los ganglios linfáticos) y allí es donde los linfocitos B maduran, se diferencian y proliferan.
En alrededor del 25-35% de los pacientes con linfoma folicular, la enfermedad se transforma a un linfoma de alto grado (agresivo), generalmente un linfoma difuso de células B grandes.
Las causas de este tipo de linfoma son desconocidas, y respecto a la sintomatología, no es infrecuente que se diagnostique en personas asintomáticas en las que se realizan pruebas de imagen o análisis de laboratorio por otros motivos
Actualmente no existe un tratamiento “estándar” para el linfoma folicular.
En casos muy localizados, con lesiones con un diámetro inferior a los 7,5 cm, puede estar indicada la radioterapia únicamente ya que ésta puede ser curativa.
De no estar localizados, es posible la vigilancia estrecha del estado del paciente mediante una espera cautelosa, en lugar de la administración activa de tratamiento.
El médico analizará un diagnóstico individual, en qué etapa y grado se encuentra el linfoma, así como la edad y la salud general antes de decidir qué tratamiento es apropiado.
Macroglobulinemia de Waldenström:
La macroglobulinemia de Waldenström es un tipo de cáncer que empieza en los glóbulos blancos. A veces, se la llama linfoma linfoplasmocítico.
En la macroglobulinemia de Waldenström, algunos glóbulos blancos sufren cambios que los convierten en células cancerosas. Estas células cancerosas pueden acumularse en el material esponjoso del interior de los huesos, donde se fabrican las células sanguíneas.
Este material se llama médula ósea.
Las células cancerosas desplazan a las células sanguíneas sanas de la médula ósea y también pueden acumularse en otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos y el bazo.
Las células cancerosas generan una proteína que se acumula en la sangre. Un exceso de esta proteína puede reducir el flujo sanguíneo en el organismo y causar otros problemas
El desarrollo de la macroglobulinemia de Waldenström es lento, de forma que es posible que no cause síntomas durante algunos años.
Cuando aparecen, los síntomas de la macroglobulinemia de Waldenström pueden ser los siguientes:
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Cansancio
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Fiebre
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Pérdida de peso
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Sudoraciones nocturnas
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Entumecimiento de las manos o los pies
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Inflamación de los ganglios linfáticos
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Sensación de dolor o presión debajo de las costillas del lado izquierdo, que puede deberse a un agrandamiento del bazo
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Hematomas que se forman con facilidad
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Sangrado de la nariz o las encías
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Dolor de cabeza
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Falta de aire
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Cambios en la vista
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Confusión
¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS DEL LINFOMA NO HODGKIN?
Los signos y síntomas del linfoma no hodgkin pueden incluir lo siguiente:
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Hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello, de las axilas o de la ingle
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Hinchazón o dolor abdominal
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Dolor en el pecho, tos o dificultad para respirar
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Agotamiento persistente
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Fiebre
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Sudores nocturnos
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Pérdida de peso sin causa aparente
¿CUALES SON LOS LAS CAUSAS DEL LINFOMA NO HODGKIN?
En muchos casos, los médicos no saben qué causa el linfoma no hodgkiniano. Comienza cuando el cuerpo produce demasiados linfocitos anormales, que son un tipo de glóbulos blancos.
En general, los linfocitos tienen un ciclo de vida predecible. Los linfocitos viejos mueren, y el cuerpo crea nuevos para reemplazarlos. En el linfoma no hodgkiniano, los linfocitos no mueren, y el cuerpo sigue creando nuevos. Este excedente de linfocitos se acumula en los ganglios linfáticos y provoca que se hinchen.
Células B y T
El linfoma no Hodgkin a menudo comienza en los siguientes:
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Los linfocitos B. Los linfocitos B son un tipo de linfocitos que combaten las infecciones al producir anticuerpos para neutralizar a los invasores extraños. La mayoría de los linfomas no Hodgkin se origina en los linfocitos B. Algunos de los subtipos de linfoma no Hodgkin que implican los linfocitos B son el linfoma difuso de linfocitos B grandes, el linfoma folicular, el linfoma de células del manto y el linfoma de Burkitt.
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Células T. Las células T son un tipo de linfocitos que intervienen en la eliminación directa de los invasores extraños. El linfoma no hodgkiniano es mucho menos frecuente en las células T. Algunos de los subtipos de linfoma no hodgkiniano que implican a las células T son el linfoma de linfocitos T periférico y el linfoma de linfocitos T cutáneo.
Saber si tu linfoma no hodgkiniano tiene su origen en las células B o las células T ayuda a determinar tus opciones de tratamiento.
Dónde ocurre el linfoma no Hodgkin:
El linfoma no hodgkiniano, generalmente, implica la presencia de linfocitos cancerosos en los ganglios linfáticos. Sin embargo, la enfermedad también se puede extender a otras partes del sistema linfático.
Por ejemplo, podría expandirse a los vasos linfáticos, las amígdalas, las adenoides, el bazo, el timo y la médula ósea. A veces, el linfoma no hodgkiniano compromete órganos fuera del sistema linfático.
¿CUALES SON LOS FACTORES DE RIESGO?
La mayoría de las personas a las que se les diagnostica linfoma no hodgkiniano no tienen factores de riesgo evidentes. Sin embargo, muchas de las que sí tienen factores de riesgo nunca los manifiestan.
Algunos de los factores que pueden incrementar el riesgo de padecer linfoma no hodgkiniano son los siguientes:
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Medicamentos que inhiben el sistema inmunitario. Si tuviste un trasplante de órgano y tomas medicamentos que controlan tu sistema inmunitario, podrías tener un mayor riesgo de padecer linfoma no hodgkiniano.
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Infecciones con ciertos virus y bacterias. Al parecer, ciertas infecciones virales y bacterianas incrementan el riesgo de padecer linfoma no hodgkiniano. Entre los virus que se relacionan con este tipo de cáncer se encuentra el VIH y la infección por Epstein-Barr. Una de las bacterias relacionadas con el linfoma no hodgkiniano es la helicobácter pylori que provoca úlceras.
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Sustancias químicas. Ciertas sustancias químicas, como las que se utilizan para matar insectos y hierbas, pueden incrementar el riesgo de tener linfoma no hodgkiniano. Se necesitan más investigaciones para comprender la posible relación que existe entre los pesticidas y la formación del linfoma no hodgkiniano.
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Edad avanzada. El linfoma no hodgkiniano puede aparecer a cualquier edad, pero el riesgo aumenta a medida que envejeces. Es más común en los adultos mayores de 60 años
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Aunque esta información ha sido revisada y contrastada, el contenido es meramente orientativo y no tiene valor terapéutico ni diagnóstico.
Desde Somosdisca te recomiendo que, ante cualquier duda relacionada con la salud, acudas directamente a un profesional médico del ámbito sanitario que corresponda.
Fuente: www.somosdisca.es
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