El otro día os hablaba del dolor y de la importancia que tiene en el día a día a modo de señal de alerta, pero ¿que pasa cuando el dolor se hace crónico? Este tipo de dolor no nos alerta de nada, no sirve, por decirlo de alguna manera.

En España, el 50% de las consultas que se realizan en Atención Primaria son por dolor, y de ellas, el 25% son por dolor neuropático. De hecho, se estima que este trastorno afecta a unas 3 millones de personas, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). 

Pero, ¿que es el dolor neuropático? A diferencia de otros tipos de dolor, como ya hemos hablado, que se originan por algún daño o lesión, como puede ser una fractura en mitad de un partido de baloncesto, el dolor neuropático tiene un origen neurológico , quiero decir que se genera directamente en el sistema nervioso.

Esto significa que, aunque aparentemente todo está correcto, el daño está camuflado en los nervios, y es muy difícil de ver y, por tanto, de diagnosticar.

A menudo pueden pasar meses desde que el paciente comienza a notar síntomas hasta que se le da el diagnóstico definitivo. Mientras tanto, los médicos intentaran ir descartando diagnósticos, normalmente relacionados con lesiones en otros tejidos u órganos.

Se trata una enfermedad que afecta significativamente a la calidad de vidas las personas que lo sufren, y así lo afirman un 85% de los pacientes. Además, suele estar asociado a otras patologías, como trastornos del sueño, ansiedad y depresión.

Los pacientes que sufren dolor neuropático, describen el dolor como continuo, quemante y punzante. Algunas personas también pueden sentir hormigueo, sensación de agujetas o de miembro dormido, e incluso calambres y sensación de descarga eléctrica.

Se localiza en una parte concreta del cuerpo, como por ejemplo, un brazo o una pierna, aunque en algunos casos puede afectar a varias zonas. Suele ser un dolor crónico y permanecer con el paciente durante años. 

dolor neuropático

¿Porque se produce el dolor neuropatico? El dolor, normalmente, hemos explicado que es una señal de alerta que envía nuestro cerebro para protegernos cuando nos exponemos a estímulos externos dolorosos, como golpes, quemaduras, fracturas, etc. Lo que sucede con el dolor neuropático es que lo provoca nuestro propio sistema nervioso, que funciona de forma anómala y confunde estímulos normales con dolorosos.

Esto quiere decir que, frente a estímulos que normalmente no resultarían molestos, como la temperatura o el tacto, nuestro cuerpo los percibe como dolorosos y, por tanto, el dolor pierde su función de alerta y protección.

Este mal funcionamiento de algunas zonas del tejido nervioso puede comenzar sin causa aparente (sería el caso de la fibromialgia), producirse tras un episodio de herpes zoster (neuralgia postherpética), como consecuencia de la diabetes (neuropatía diabética) o bien, tras una lesión en la médula espinal. 

¿Cómo se trata este tipo de dolor? Una vez diagnosticado, al tratarse de un dolor con un origen tan complejo, los médicos suelen probar diversas combinaciones de fármacos y tratamientos hasta dar con una solución adaptada a cada caso particular., ya que dos pacientes no son iguales ni percibirán el dolor de igual forma. 

Normalmente, los analgésicos habituales son ineficaces. Al tratarse de una lesión nerviosa, se requiere de fármacos con una actividad más centrada en este tipo de tejido, como algunos antidepresivos (amitriptilina o duloxetina) y determinados antiepilépticos (gabapentina o pregabalina).

Además, se recomienda mantener un buen cuidado de nuestro cuerpo, como una buena alimentación, el ejercicio físico suave, las técnicas de relajación, el yoga y la psicoterapia, siempre en combinación con el tratamiento médico, ya que suelen ser muy útiles.

El dolor neuropático es incapacitante y afecta profundamente a la calidad de vida de las personas que lo sufren. Con la información y los medios farmacológicos necesarios, podemos ayudar a que se diagnostique y trate de la manera más eficaz posible. Aunque aún con todo eso, habrá que aprender a vivir con dolor todos los días de nuestra vida. Una vez que aprendes eso la vida se hace más llevadera.

Con el paso del tiempo la gente dee tu alrededor suele decirte que te dolerá menos porque te has acostumbrado al dolor, eso no es cierto, nadie puede acostumbrarse a eso. Te dolerá igual, pero la diferencia es que aprenderás a convivir con él.

Espero que os haya gustado o parecido interesante este artículo, en tal caso no dudéis en compartirlo con otros Titanes que penséis que les puede servir de ayuda, para así poder dar visibilidad a esta enfermedad entre todos y ayudar a más Gente Titánica.

Aunque esta información ha sido revisada y contrastada, el contenido es meramente orientativo y no tiene valor terapéutico ni diagnóstico.

Desde Somosdisca te recomiendo que, ante cualquier duda relacionada con la salud, acudas directamente a un profesional médico del ámbito sanitario que corresponda.

 

Fuente: www.somosdisca.es

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