Hola Titánicos, en este artículos os hablaré de la médula ósea, que se encuentra en el centro de la mayoría de los huesos y existen dos tipos, la medula ósea roja y la medula ósea amarilla.
Quédate y descubre cual es su función y como nos afecta si le ocurre algo a nuestra médula ósea
¿QUÉ ES LA MÉDULA ÓSEA?
La médula ósea es el tejido esponjoso y blando que se encuentra dentro de los huesos largos y planos del cuerpo como la cadera, el esternón, las costillas y el cráneo.
Está formada por células inmaduras, conocidas como células madre hematopoyéticas o progenitores hematopoyéticos, que tienen la capacidad de auto regenerarse, es decir, de producir más células madre y dividirse para crear diferentes células en el torrente sanguíneo (hematopoyesis): glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Las células sanguíneas producidas por las células madre hematopoyéticas tienen las siguientes funciones:
Glóbulos rojos (hematíes): Células encargadas de trasportar el oxígeno de los pulmones a los tejidos del organismo y de eliminar el dióxido de carbono de los tejidos y expulsarlo mediante la respiración.
Glóbulos blancos (leucocitos): Células encargadas de defender el organismo frente a agentes externos como las bacterias, los virus o agentes internos y las células cancerígenas. Hay diferentes tipos de leucocitos cada uno con una función determinada: neutrófilos, eosinófilos, monocitos, basófilos y linfocitos.
Plaquetas: Son agregados encargados de controlar y prevenir los sangrados.
¿CUALES SON LOS DIFERENTES TIPOS DE MÉDULA ÓSEA:
En el cuerpo humano hayamos dos tipos principales de médula ósea: La médula ósea roja y la médula ósea amarilla.
La médula ósea roja contiene las células madre sanguíneas que se transforman en glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
La médula ósea amarilla está compuesta, en su mayor parte, de grasa y contiene las células madre que se transforman en cartílago, grasa o células óseas.
Bajo ciertas condiciones tales como hipoxia o sangramiento severo, la médula ósea amarilla puede convertirse nuevamente en médula ósea roja para cumplir las necesidades del sistema circulatorio.
La médula ósea roja también contiene células madre que pueden producir otras células aparte de células sanguíneas.
Médula ósea amarilla:
La médula ósea amarilla se encuentra en los huesos largos y sirve como almacén de grasas, aunque también es el lugar donde se constituyen los adipocitos (células que forman el tejido adiposo) y hematíes.
Este tipo de médula es relativamente inactiva, así que en este post nos centraremos en la médula ósea roja y su función, ya que es mucho más interesante en cuanto al sistema inmune.
La médula ósea roja:
La médula ósea roja tiene como función principal la hematopoyesis, que es la producción de células sanguíneas a partir de sus células madre.
Tiene un color rojizo debido a la abundancia de células madre hematopoyéticas y células sanguíneas inmaduras. Las células que se producen son:
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Glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes: Transportan el oxígeno a todas las células.
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Glóbulos blancos o leucocitos: Se encargan de la respuesta inmune, nos defienden de enfermedades e infecciones.
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Plaquetas o trombocitos: producen coagulación sanguínea para controlar hemorragias.
Por lo tanto, la medula ósea roja es la responsable de fabricar todos los leucocitos que componen el sistema inmune. Aunque, como sabemos por anteriores posts, las plaquetas también juegan un papel importante en la respuesta inmunitaria.
No todas las células sanguíneas se producen y maduran en la médula ósea. Por ejemplo los linfocitos T inmaduros migran hacia el timo donde maduran, mientras que los linfocitos B maduran en la médula ósea.
La producción de nuevas células sanguíneas esta regulada por diferentes citoquinas, ya que estas interaccionan con las células madre hematopoyéticas y estimulan la producción de nuevas células.
Según el tipo de citoquina se estimulará la producción de un tipo de célula sanguínea u otra, aunque la IL-3 estimula la hematopoyesis en general.
Cuando nacemos predomina la medula ósea roja porque es el momento en el que el cuerpo esta más indefenso y, en consecuencia, más expuesto a posibles infecciones.
A medida que crecemos, principalmente al pasar los 25 años, la médula ósea roja comienza a ser invadida por médula ósea amarilla, sobretodo en los huesos alargados.
Aunque si es necesario, como en el caso de una enfermedad o cuando el suministro de sangre es extremadamente bajo, la médula ósea amarilla puede revertir en roja para producir más células sanguíneas.
¿QUÉ ENFERMEDADES NECESITAN DE UN TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA?
Las enfermedades que requieren de un trasplante de médula ósea son aquellas que provienen de las células de la médula ósea (enfermedades sanguíneas o neoplasias hematológicas) como la leucemia, el linfoma, el mieloma múltiple, …
Aunque es menos frecuente, también puede estar indicado en algunas enfermedades autoinmunes como la esclerosis sistémica, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Crohn.
No todas las neoplasias hematológicas requieren un trasplante de médula ósea y, en este sentido, es el hematólogo quien determina y realiza este tipo de tratamiento.
¿CUALES SON LOS DIFERENTES TIPOS DE TRASPLANTES DE MÉDULA ÓSEA QUE EXISTEN?
Autólogo:
En este tipo de trasplante las células se obtienen del propio paciente. El trasplante autólogo, por lo general, está indicado en pacientes con linfoma y mieloma múltiple.
Alogénico:
En el trasplante alogénico las células se obtienen de un donante sano compatible. Cuando el donante es un familiar del paciente se denomina donante emparentado.
En general, es un hermano/a, padre o madre quien suele ser 100% compatible. No todos los hermanos son compatibles y la probabilidad de serlo es de un 25% (1 de 4).
En el caso de no contar con un hermano compatible, se inicia una búsqueda de donante no emparentado en los diferentes registros internacionales.
A estos tipos de donantes se les denomina “no emparentados o no relacionados”.
La probabilidad de encontrar un donante compatible en los registros de donantes varía en función de la persona.
¿QUÉ ES EL TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA?
El trasplante de médula ósea es un procedimiento que consiste en sustituir las células madre de la médula ósea enferma por las sanas de un donante.
El donante puede ser el mismo paciente (trasplante autólogo o autogénico) u otra persona (trasplante alogénico). Esta técnica también se denomina trasplante de progenitores hematopoyéticos.
Pero, ¿qué origina el hecho de necesitar un trasplante de médula ósea? Enfermedades como la leucemia, un linfoma o una inmunodeficiencia pueden hacer enfermar la médula ósea.
Para muchos pacientes este es el único tratamiento curativo y, por este motivo, la actividad de trasplantes en el mundo no para de crecer.
¿Cuándo es compatible un donante?
Para saber si un donante es compatible se realiza un estudio de unas proteínas denominadas antígenos leucocitarios humanos (HLA) que se encuentran en las células.
Se debe obtener una muestra de sangre o saliva del donante y del receptor para saber qué donante tiene las células más parecidas a las del receptor.
Por norma general, en la actualidad se valoran un mínimo de 10 antígenos para considerar que son idénticos o compatibles.
En algunos casos, se permite que haya una diferencia de los diez antígenos para realizar el trasplante (9 de 10).
¿Cómo se encuentra al donante no emparentado?
Si un paciente no dispone de un donante emparentado que sea compatible se inicia la búsqueda de un donante no emparentado en el registro de donantes de su país.
Estos registros son los encargados de facilitar la información sobre los donantes voluntarios y las unidades de cordón de cada país.
También realizan la búsqueda en los registros de otros países, si en el suyo no existe un donante compatible para el receptor. Este proceso lo inicia el hematólogo. No todos los países cuentan con un registro propio.
¿Qué es un donante haploidéntico?
De forma más reciente hay la modalidad de trasplante haploidéntico en el que un donante familiar no es totalmente idéntico (donante y receptor comparten la mitad de los 10 antígenos del HLA).
Se ha optimizado y es una opción viable de trasplante como tercera posibilidad al no contar con un hermano o un donante no emparentado idéntico
¿CÓMO SE CONTIENEN LAS CÉLULAS MADRE PARA UN TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA?
Medula ósea:
Las células madres o progenitores hematopoyéticos se obtienen directamente de la medula ósea por aspiración mediante varias punciones en la parte posterior de la pelvis o de la cadera.
Esta forma de extracción se realiza en un quirófano bajo anestesia general y requiere de al menos un día de ingreso.
Sangre periférica:
Las células madre o progenitores hematopoyéticos se obtienen de una vena periférica. En condiciones normales estas células circulan por la sangre en una concentración muy baja.
Mediante la administración de un fármaco estimulante se aumenta la concentración de estos progenitores hematopoyéticos.
El fármaco se administra vía subcutánea durante varios días y una vez se comprueba que hay suficiente cantidad de células madre hematopoyéticas circulando por la sangre, se utiliza un procedimiento, denominado aféresis, para extraer la sangre.
Mediante la centrifugación, se seleccionan específicamente las células madre. El producto obtenido se puede administrar en fresco o puede ser congelado (criopreservado) para realizar el trasplante más adelante.
Cordón umbilical:
Las células madre se obtienen de la sangre del cordón umbilical en el momento del parto. Esta sangre es procesada y se seleccionan las células madre hematopoyéticas que son congeladas (criopreservadas) y guardadas en bancos públicos o privados.
¿COMO ES EL PROCESO DE DONACIÓN DE CÉLULAS MADRE?
La aféresis es el procedimiento para obtener las células madre o los progenitores hematopoyéticos del paciente/donante después de haber recibido tratamiento con el fármaco estimulador de colonias.
Al iniciar el procedimiento, el donante es conectado a la máquina de aféresis con un catéter central de doble luz o de dos catéteres periféricos.
Una luz se usa para extraer la sangre que se introduce en la máquina de aféresis que se encarga de centrifugar la sangre y obtener las células progenitoras.
El resto de componentes sanguíneos son devueltos al paciente a través de la segunda luz del catéter.
La duración de las sesiones de aféresis es variable, entre dos y cinco horas, aproximadamente, y el proceso de recogida puede alargarse hasta cuatro días, en función del fármaco administrado previamente para conseguir la movilización y las características del donante.
La aféresis es un procedimiento que no requiere ingreso hospitalario y puede realizarse de forma ambulatoria, ya que en el caso de los donantes sanos con una sola sesión suele ser suficiente.
¿CUALES SON LAS FASES DE UN TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA?
Antes del Trasplante de Médula Ósea:
Completar el tratamiento de la enfermedad sanguínea (neoplasia hematológica) diagnosticada: En general, el trasplante es un tratamiento de consolidación para asegurar que la enfermedad no vuelva a aparecer, por lo que no se suele realizar en una primera fase del tratamiento.
Entrevista con el grupo de trasplante: Una vez el equipo médico considera que el tratamiento está casi completo se realiza una entrevista con el grupo de trasplante para conocer de manera detallad el diagnóstico, el tratamiento y las características personales del paciente y de su entorno. Es importante ir siempre acompañado a las visitas.
Pruebas para valorar el estado general de salud: Se realizan pruebas funcionales respiratorias, un test de esfuerzo y un ecocardiograma, para conocer cómo se encuentran los pulmones y el corazón. A su vez, se hace una analítica completa.
Extracción de las células madre: Ya sean del propio paciente como de un donante mediante la congelación de las células (crioperservación). En el caso de que el donante sea una persona de un registro internacional, la identidad será anónima y las células no se guardarán sino que, una vez extraídas, se administrarán en el momento.
Durante el ingreso:
Ingreso en la Unidad de Trasplante de Médula Ósea: Cuenta con habitaciones especiales con un filtro de alta eficiencia (HEPA) y sistemas de presión positiva o con sistemas de flujo laminar para evitar las infecciones por hongos ambientales.
La utilidad de este sistema es importante durante ciertos momentos del trasplante.
Colocación del catéter venoso: Es un tubo de plástico de pequeño calibre que se inserta en la zona del cuello o la clavícula para recibir los diferentes tratamientos y realizar las analíticas
Acondicionamiento: Previo al trasplante de médula ósea se debe eliminar la médula antigua, mediante quimioterapia y/o radioterapia, que se realiza de forma secuencial justo antes de la administración de las nuevas células del trasplante.
A esta quimioterapia y/o radioterapia se la conoce como acondicionamiento o condicionamiento. El tipo, dosis y duración del acondicionamiento varía en función de la enfermedad y de la edad de la persona.
Infusión de las células madre: Al finalizar el acondicionamiento se procede a la infusión de las células madre por vía intravenosa mediante un catéter venoso central. El procedimiento es similar a una transfusión de sangre.
Durante la administración de las células se deben controlar signos vitales como la tensión arterial y el oxígeno en sangre para evitar posibles efectos adversos.
La infusión de los progenitores suele ser bien tolerada, pero, en ocasiones, se pueden presentar efectos adversos como escalofríos, fiebre y náuseas, sobre todo, si las células han sido congeladas (crioperservadas).
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Aunque esta información ha sido revisada y contrastada, el contenido es meramente orientativo y no tiene valor terapéutico ni diagnóstico.
Desde Somosdisca te recomiendo que, ante cualquier duda relacionada con la salud, acudas directamente a un profesional médico del ámbito sanitario que corresponda.
Fuente: www.somosdisca.es
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