Cuando oímos hablar de la Toxina Botulínica, o Bótox, se nos viene a la cabeza arrugas, estética, belleza… y no vamos mal encaminados, pero el bótox tiene muchos mas usos que ese.
Las inyecciones de bótox bloquean determinadas señales químicas de los nervios, principalmente las señales que hacen que los músculos se contraigan.
El uso más frecuente de estas inyecciones es relajar temporalmente los músculos faciales que causan arrugas en la frente y alrededor de los ojos.
¿QUE ES LA TOXINA BOTULINICA O BOTOX?
La palabra bótox la hemos eschuchado todos, pero eso no significa que se sepa que es, así que a continuación os lo explicaré para que entendáis mejor su función
La toxina botulínica, mas conocida como bótox es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum. Se trata de la toxina más poderosa descubierta hasta la fecha.
El bótox produce el botulismo, una enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de alteraciones vegetativas (sequedad de boca, náuseas y vómitos) y parálisis muscular progresiva que puede llegar a ser causa de muerte al afectar la función respiratoria.
Para que os hagáis una idea de su poder, la toxina está considerada extremadamente peligrosa como arma química o biológica y arma de destrucción masiva, siendo prohibida por las Convenciones de Ginebra y la Convención sobre Armas Químicas.
DIFERENTES USOS DE LA TOXINA BOTULÍNICA O BÓTOX:
Las inyecciones de bótox no sólo se utilizan para reducir las arrugas de nuestro rostro, si no que también se utilizan para tratar enfermedades que afectan el funcionamiento del cuerpo como por ejemplo:
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Distonía cervical: En este doloroso trastorno, los músculos del cuello se contraen de manera involuntaria, lo que hace que la cabeza se tuerza o gire a una posición incómoda.
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Ojo vago (ambliopía): La causa más frecuente de la ambliopía es un desequilibrio en los músculos que son responsables por poner el ojo en posición.
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Contracturas musculares: Algunos trastornos neurológicos, como la parálisis cerebral, pueden hacer que las extremidades se vuelvan hacia el centro del cuerpo. En algunos casos, estos músculos contraídos se pueden relajar con inyecciones de bótox.
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Hiperhidrosis: Este trastorno se caracteriza por una sudoración excesiva incluso cuando la temperatura no es alta y no estás haciendo esfuerzo.
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Migraña crónica: Si experimentas migrañas más de 15 días por mes, las inyecciones de bótox pueden ayudar a reducir la frecuencia de los dolores de cabeza.
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Disfunción de la vejiga: Las inyecciones de bótox también pueden ayudar a reducir la incontinencia urinaria provocada por una vejiga hiperactiva.
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Pulsaciones oculares: Las inyecciones de bótox pueden ayudar a aliviar las contracturas o las pulsaciones de los músculos que se encuentran alrededor de los ojos
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Espasticidad focal: cuando el tratamiento con baclofeno oral no ha sido suficientemente efectivo, está indicada la terapia con toxina botulínica.
FUNCIÓN DE LA TOXINA BUTOLÍNICA O BÓTOX:
La capacidad que posee la toxina botulínica para producir parálisis muscular se aprovecha desde el punto de vista clínico, como medicamento en el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas con hiperactividad muscular, y como producto cosmético para tratamiento estético de las arrugas faciales.
La neurología es una de las especialidades médicas en la que la toxina botulínica aporta mayores beneficios terapéuticos.
El efecto farmacológico de la toxina butolínica tiene lugar a nivel de la unión neuromuscular.
En esta región de transición entre el nervio periférico y el músculo se produce la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor necesario para producir la contracción muscular.
La toxina botulínica actúa de forma local mediante el bloqueo de la liberación de acetilcolina, lo que se traduce en parálisis muscular temporal.
El efecto final es una quimiodenervación temporal en la unión neuromuscular sin producir ninguna lesión física en las estructuras nerviosas.
TOXINA BOTULÍNICA O BÓTOX Y EL DOLOR
Como ya os he comentado, la toxina botulínica es usada ampliamente para tratar la hiperactividad muscular, debido a su capacidad para bloquear la transmisión neural.
El dolor neuropático es un trastorno de dolor crónico debilitante, con el problema que la mayoría de los medicamentos utilizados para el tratamiento del dolor neuropático tienen limitados la dosis efectiva por sus efectos secundarios.
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